EL PARTIDAZO DE COPE

Mata, en COPE: “Prefiero ver a Ramos aquí que en el campo, sobre todo porque en el campo, 'pillas'"

El delantero del Getafe contó su historia en El Partidazo de COPE: del Pegaso a jugar con España.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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VÍDEO - ENTREVISTA COMPLETA A JAIME MATA, EN EL PARTIDAZO DE COPE

¿Cómo estás? 

Muy bien, muy feliz de poder estar aquí contigo y, sobre todo, de estar en la Selección.

Hablamos hace tres semanas y te pregunté por la Selección, pero no pensaba que pudiera llegar. No sé si tú pensabas que pudiera llegar la llamada de Luis Enrique... 

No, pensaba lo mismo. Vi que viendo el buen momento de un delantero español pues me tira esta pregunta, pero yo también la recogí como 'ojalá estuviese en algunas de las quinielas'. Y mira, al final es un lujazo poder estar aquí.

Las cosas se cumplen, a veces, ¿eh?

Sí, sí. Totalmente. Se ve que con trabajo y esfuerzo las cosas pueden llegar.

¿Es como te imaginabas? ¿Cómo es?

Es muy normal todo. Al final te creas tus pajas mentales de cómo van a ser las situaciones y luego es todo mucho más sencillo. Al final no deja de ser un vestuario más, en el que hay un ambiente fabuloso y en el que todo es muy fácil, la verdad.

¿Te recibió Sergio Ramos a ti también dándote la mano y eso? 

Llegué un poquito antes y ya me vio dentro.

¿Y qué te dijo Ramos? 

Nada. Todos me han felicitado por debutar en esta concentración y el trato ha sido muy cercano con todos. Muy feliz.

A Ramos es mejor verle así que en el campo, ¿no? En el campo es distinto... 

Sí, sobre todo porque ahí (en el campo) pillas (risas). Es duelo directo y mejor verle aquí, totalmente.

Venimos a escuchar tu historia. Queremos saber cómo ha llegado Mata a llevar el chándal de la Selección. Puedes ser un ejemplo que les sirva a los chavales ¿Cómo empezaste a jugar al fútbol y dónde? 

Igual soy un ejemplo porque nunca he estado en una cantera conocida ni en ningún sitio donde igual tienes más facilidad para que se te vea y para que se te pueda promocionar. Yo empecé en Tres Cantos y allí he jugado siempre desde prebenjamín hasta dar el salto amateur que lo di en Primera Regional.

O sea, nunca se fijó en ti nadie de la cantera del Rayo, del Real Madrid, del Atleti... 

No, no. Yo siempre he jugado en Tres Cantos. En juvenil no éramos ni División de Honor, ni nada. Éramos autonómica, pero teníamos un buen equipo y subimos a Nacional. El salto amateaur no lo pude dar ni en Tercera División, donde estaba el Pegaso, sino que tuve que ir al filial del Pegaso donde jugué en Primera Regional y subimos al preferente.

¿Siempre has jugado de delantero centro? 

Sí, siempre. De pequeñito algún entrenador que me ha puesto un poco más atrás o en banda, pero siempre he jugado de delantero.

¿Siempre has metido muchos goles?

Sí, la verdad que siempre ha sido algo que, por suerte, he tenido. En Tercera División fui pichichi del grupo 7 con 25 goles. Después en Segunda División B también metí 15 y 17 en Lleida y en Segunda conseguí ser el máximo goleador. Así que, al final, los goles son los que me han permitido seguir promocionando.

Acabas juveniles y llegas al filial del Pegaso. Ahí se da esa protesta que se hizo tan viral...

No, eso ya fue cuando me subieron al primer equipo del Pegaso. Ahí antes ya me había comido un añito en Primera Regional.

¿Ahí ganabas dinero?

No, nada. Nada de nada. A la gente de fuera le pagaban la gasolina para que viniese a entrenar, pero a mí, siendo de allí, nada. 

¿Cuántos años tenías? 

18 o 19.

Con 20 años subes al primer equipo del Pegaso... 

Con 20 estoy en el primer equipo. Tengo la suerte de subir porque se dan muchas carambolas, porque la situación de los equipos empieza a ser más insostenible, los equipos de Tercera empiezan a no meter tanto dinero y darle una oportunidad a los chavales. En tercera también metí bastantes goles, creo que en media temporada con el Pegaos metí 11 y entonces eso fue ya lo que hizo que viniese el Rayo y me diese la oportunidad de jugar en el filial.

¿En el Pegaso te daban algo?

Sí, pero al final ni lo olí.

No viste un duro... 

Nada, nada. Al final había muchos problemas. Cobramos dos meses y el resto... nada.

Vivías en casa con tus padres?

Sí, claro. Esa era la facilidad que tenía. Por eso yo estudiaba. El fútbol era el hobby que tenía. No me importaba ir por la mañana a estudiar y por la tarde ir a entrenar.

¿Qué estudiabas? 

Empecé Derecho, pero después me fui a la formación profesional y me hice un Grado Superior de Adminsitración y Finanzas, y luego otro de Comercio Internacional.

Luego te vas al Rayo 'B'...

Exactamente. Lo único que me firma porque tiene una baja de larga duración de Diamanka y, al final no se la concede la Federación, y me ceden al Socuéllamos.

Es una historia... 

Sí, he pasado por unos cuantos equipos...

Cuando fichas por el Rayo y te pasa lo del Socuéllamos pensaste: 'Voy a acabar viviendo del fútbol'...

No, no. Que va. Ahí entraba diciendo: 'Joder, qué experiencia más chula, ver cómo es el fútbol de verdad'. Oye había dos fisios en el vestuario y decías: 'joder, qué guay' (risas), te podías tratar después de entrenar, te lavaban la ropa y no te la tenías que llevar a casa...

Y cuando vuelves al Rayo a hacer la pretemporada... 

Llego a hacer la pretemporada con el equipo, que había subido a Segunda B, pero en la última semana el entrenador me dice que no tengo hueco y vuelvo a Tercera División, al Móstoles. Ahí hago 25 goles y quedo pichichi de Madrid. Entonces, como tenía otro año más en el Rayo, vuelvo y ya me da la oportunidad.

¿Nunca te llaman para el primer equipo del Rayo?

No. Tenía por delante de mí Leo Baptistao... Había muchos jugadores. Y luego en los clubes es lo de siempre, yo al final no era un chaval para estar en un filial.

¿Cuántas veces has escuchado la frase: 'Si no ha roto ya...'? 

Muchas veces. Yo iba más para hacer de veterano, no filial. De esos jugadores que necesitas para hacer equipo, grupo y para cuando vas a campos complicados y necesitas jugadores más curtidos. Pues ahí estábamos. Para tirar del carro.

¿Dónde te vas después? 

El Rayo me dice que ya tengo una edad, que viene gente joven detrás y que me busque un equipo. Entonces me llama el Lleida y me da la oportunidad de jugar fuera de casa, algo que para mí es una auténtica locura. Pero bueno, como tenía los estudios terminados dije: 'Estoy ahora dos años sabáticos, vemos como va esto, sales de casa que viene muy bien y ver cómo era el fútbol'.

Era como un ERASMUS en Lleida

Totalmente (risas). Y ahí empecé a ver otro fútbol. Era capital de provincia, tenía mucha más repercusión a nivel de medios de comunicación, de afición... ves lo que es el fútbol de verdad. Luego tuve la suerte que hay que tener de que el equipo funcione, jugamos playoffs los dos años, jugué mucho, hice goles y estuvimos a punto de subir a Segunda los dos años.

¿Ahí pensaste que podías subir a Primera? 

No, a primera en absoluto. Lo que dije fue: 'A lo mejor puedo vivir del fútbol unos años más'. Pero el segundo año me llama el Girona para dar el salto al fútbol profesional, algo que para mí era una absoluta locura. Ahí no me lo pensé y firmé con el Girona. Y ahí pasé otros dos años buenísimos que estuvimos a punto de conseguir el salto a Primera en dos años, con finales un poquito trágicos, pero eso me dio la oportunidad de que viniera el Valladolid a buscarme, donde estuve hasta el año pasado que hice 35 goles (33 en Liga y 2 en playoff). Eso me dio el salto de poder jugar en Primera con el Getafe y venir a la Selección.

Tienes que hacer una serie en Netflix... 

(Risas) La verdad es que ha sido... pero bueno  yo creo que la gracia es esa: nunca buscarte una meta. Donde estaba siempre he pensado que era lo máximo y lo he disfrutado como tal y eso es lo que me ha hecho ir creciendo para vivir cada etapa como si fuera la máxima.

Me parece un caso precioso del mundo del fútbol. Y cómo lo afrontas...

Sí porque creo que la naturalidad del día a día es lo que me ha llevado a estar aquí.

Los que no te daban bola los primeros años, ¿qué dirán ahora? ¿has mandado un mensaje a alguien diciéndoles: 'Aquí estoy, en la Selección'?

No. Vi un documental de Simeone con Maldini en el que explicaba que él tenía jugadores y que no contase con ellos no quería decir que fuese malo, sino que en su sistema no entraba. Yo creo que a los jugadores nos pasa lo mismo, a veces tienes entrenadores que cuentan menos contigo y no quiere decir que seas mal jugador. Tú también tienes que motivarte y estar preparado para cuando llegue tu momento.

Tu momento ha llegado ahora en la Selección... 

Sí, sí. La verdad es que es una auténtica locura estar aquí.

¿Cuántos fisios hay aquí? 

Una burrada (risas). Tienes casi uno para cada uno (risas).

¿Luis Enrique te ha dicho algo?

Sí, muy bien. He hablado con él. Me ha dicho que estuviese tranquilo, que soy uno más y que había llegado aquí por méritos propios, así que a disfrutar y a pelear que es a lo que he venido.

Además eres buen tío, hay gente que dice: 'No parece futbolista'... 

No, bueno yo creo que los futbolistas son buenos tíos, otra cosa es que uno sea más introvertido, otro menos...

¿Llevas algún tatuaje?

Uno, pero bueno eso dice poco.

Tienes que hacerte más. Con uno no vas a ningún lado... 

(Risas) No, yo creo que también está muy estereotipado el mundo del futbolista y es gente completamente normal.

¿Por qué no te pitan los penaltis que te hacen?

Bueno, a veces te los pitan y otras no te los pitan.

¿Estás muy mosqueado? 

Da rabia, pero igual otras veces te tocan menos y sí que te los pitan. La Liga son 38 jornadas para eso, para hacer Justicia, y lo que a veces no te dan, otro día sí te lo dan.

Después de lo que me has contado, lo normal es que el Getafe juegue la Champions. Vas a acabar siendo la leche... 

Bueno, vamos a pelearlo. Hoy estamos en una situación privilegiada y estamos haciendo un año extraordinario, pero todavía quedan 10 jornadas, que es un mundo, y muchos partidos que pelear para poder estar lo más arriba que podamos

¿Cuánto le debes a Bordalás? 

Mucho, mucho. De él depende el tener minutos y aunque la confianza muchas veces es el jugador el que se la tiene que dar al entrenador y no al revés, al final el primer empujón necesitas que venga de su parte.

Bordalás os pesa todos los días, ¿no?

Sí, todos los días

¿Aquí en la Selección también te tienes que pesar? 

Sí, aquí también.

¿Y cómo vas de peso? 

Bien, en eso no tengo problemas. Soy finito.

¿Has llegado a la meta o hay más episodios? 

Cuando llegué a Tercera pensé que era mi meta, no sé. Ahora lo veo como lo máximo y lo disfruto y lo trabajo día a día para que dure mucho. Lo que pueda venir, Dios dirá.

Juegas el sábado contra Noruega, metes un gol y qué... 

Me vuelvo loco, me vuelvo loco.

¿Has pensado cómo celebrarlo? 

No, no he pensado nada. Al final esas cosas cuanto menos pensarlas, mejor. Lo que salga, sale.

¿Cuánta gente va a ir a Valencia a ver el partido?

Ya están organizando los autobuses (risas). No hombre, pero viene la familia, mi mujer con mi hijo de casi dos años...

¿Qué numero vas a llevar? 

Todavía no lo sé. El que me den, bienvenido sea.

¿Duermes bien aquí en Las Rozas? 

Sí, muy bien. La habitación muy cómoda, es un lujo. La verdad que muy bien, muy a gusto.

¿Te atreves a hacerles alguna broma o eres prudente? 

No. De todas formas soy prudente en mi equipo, más aquí.