EL PARTIDAZO DE COPE

Duna, la niña del CD Distrito Olímpico que repartió más de tres millones de euros en papeletas: "No me han regalado nada"

Duna y su madre Gemma, invitadas en El Partidazo de COPE de este lunes

Javier Jurado

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

El Partidazo de COPE de este lunes, de pre Nochebuena, nos llevó a una casa de Madrid donde se celebró el 'Gordo' de la Lotería de Navidad. 

Se celebró porque festejaron que les había tocado el gordo a un montón de gente. Y aunque el primer premio del Sorteo Extraordinario se vendió íntegro en Logroño, el número viajó a Madrid a un club que se llama Distrito Olímpico, que es del modesto barrio de San Blas, y donde un montón de chicos y chicas juegan al baloncesto. 

Hicieron las papeletas, las vendieron y el 72.480 se repartió por muchos hogares.

Atendieron la llamada Dana, una de las pequeñas jugadoras que hay en el club, y su madre, Gemma. Duna, con nueve años, logró vender 84 papeletas. Si por cada papeleta tocó un premio de 40.000 euros, Duna repartió más de tres millones de euros. 

Duna, que no dejó de sonreir en toda la entrevista, presumió de haber vendido papeletas "a familiares y vecinos, a mucha gente" pero lamentó que "todavía no" le hayan regalado nada a cambio. 

Su madre Gemma habló de la felicidad al enterarse, por una amiga, de que las papeletas que había vendido su hija Duna llevaban el 'Gordo'. En su casa se quedaron tres participaciones. Todo lo contrario que "el entrenador de mi hijo, él también vendió pero no se quedó con ninguna. Y es de los que son buena gente de verdad", comentó lamentando el infortunio.

      
             
      

Pese a todo, se alegran mucho por "mucha gente de aquí, de San Blas, que ya sabéis que es un barrio, obrero, humilde… Y hay mucha gente con muchas necesidades económicas y… Que han hecho un esfuerzo por comprar una papeleta de cinco euros, pero que ese esfuerzo ha sido recompensado".

Duna es la primera feliz por haber repartido tanto dinero: "Ella está muy, muy feliz", y se acordó de sus abuelos, "los primeros" a los que vendió una participación.