Un joven va de Pamplona a Chiclana para ver a Osasuna en bus y este fue el gesto de Bryan Zaragoza: "Me lo dio"

Este vecino navarro decidió irse a Cádiz, pasando por Bilbao, para el partido de la Copa del Rey, pero, tras la suspensión, vivió una aventura particular con el club rojillo

Jakes, Bryan Zaragoza y Juanma Castaño
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El Partidazo de COPE

Jakes cuenta a Juanma Castaño su aventura para ver a Osasuna en Chiclana, aunque el partido se suspendió

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

En el mundo del fútbol, la pasión de los aficionados a menudo se traduce en viajes épicos y decisiones inesperadas. Este fue el caso de Jakes Jimeno, un joven de 18 años que, a pesar de la DANA que afecta a España, decidió hacer un largo viaje desde Pamplona a Chiclana para ver a su equipo, Osasuna, en un partido de la Copa del Rey. Sin embargo, lo que parecía ser una simple excursión se convirtió en una emocionante aventura llena de giros inesperados.

El viaje de Jakes comenzó el lunes por la tarde, cuando tomó un autobús en Pamplona con rumbo a Bilbao. Desde allí, continuó su trayecto hacia Cádiz, llegando a la ciudad andaluza al mediodía del martes. “Cogí el autobús de Pamplona a Bilbao, y luego de Bilbao a Cádiz”, relató Jakes en una entrevista con Juanma Castaño en el programa El Partidazo de COPE. Su entusiasmo por ver a Osasuna era evidente, pero su alegría se tornó en frustración cuando se enteró de que el partido había sido suspendido debido a las inclemencias del tiempo.

A pesar de la decepción, Jakes decidió explorar Chiclana. “La gente es muy amable”, comentó, destacando el espíritu hospitalario de los lugareños. Sin embargo, su aventura tomó un giro inesperado cuando Osasuna se enteró de que era el único aficionado rojillo en la ciudad. En un gesto de apoyo, el club se puso en contacto con él. “Me llamó un número de teléfono, y era el presidente nacional de Osasuna”, recordó Jakes, aún sorprendido por la atención que recibió. “Me ofrecieron irme con ellos a Pamplona en el vuelo que iban a tomar”.

La imagen del campo del Chiclana donde tenía que jugar Osasuna

X: @Osasuna

La imagen del campo del Chiclana donde tenía que jugar Osasuna

Sin pensarlo dos veces, Jakes aceptó la oferta. “Dejé mis cosas en el hostal y me fui al aeropuerto de Jerez en un taxi que ellos pagaron”, explicó. La posibilidad de volar con el equipo era un sueño hecho realidad para cualquier aficionado. “Me llevaron hasta el aeropuerto, y fue una experiencia increíble”, afirmó con entusiasmo.

Un joven va de Pamplona a Chiclana

Al llegar al aeropuerto, Jakes tuvo la oportunidad de compartir el vuelo con los jugadores de Osasuna. “No estaba nervioso, pero estaba emocionado”, confesó. Su trayecto en avión fue nada menos que excepcional. “Me han dado de cenar y todo, y aunque estaba solo, disfruté cada momento”, comentó, reflejando la felicidad que sentía al estar cerca de su equipo en un momento tan especial.

La historia de Jakes no solo destaca su dedicación como aficionado, sino también la importancia de la conexión entre los clubes y sus seguidores. A pesar de las dificultades del viaje, Jakes se sintió respaldado por Osasuna en un momento de incertidumbre. “Es un club muy grande, y sus jugadores son muy majos”, enfatizó, subrayando la camaradería que se siente entre los miembros de la comunidad rojilla.

Finalmente, cuando Jakes regresó a casa, sus padres no podían creer la historia que les contaba. “Cuando les dije que había viajado en avión con el equipo, se quedaron sorprendidos”, dijo entre risas. 

Jakes con los jugadores de Osasuna

X: @Osasuna

Jakes con los jugadores de Osasuna

Para Jakes, esta experiencia se convirtió en un recuerdo imborrable que atesorará para siempre. La lección que se puede extraer de esta aventura es clara: a veces, los imprevistos pueden llevarnos a momentos extraordinarios que nunca hubiéramos imaginado.

Este fue el gesto de Bryan Zaragoza

En resumen, el viaje de Jakes Jimeno desde Pamplona a Chiclana para ver a Osasuna se transformó en una anécdota inolvidable, marcada por la pasión, la solidaridad y la camaradería que solo el fútbol puede ofrecer. 

Este joven aficionado no solo demostró su amor por el equipo, sino que también vivió una experiencia única que resalta la importancia de la comunidad en el mundo del deporte. Sin duda, un ejemplo de que, a veces, los caminos más largos pueden llevarnos a las experiencias más gratificantes.