El Partidazo de COPE | #Km42

Jokin Lizeaga, superviviente, en #Km42: "Pensé que tardarían en rescatarme y que, con ese frío, me apagaría pronto"

Este lunes, escuchamos a Jokin Lizeaga. Hace tres semanas, sufrió una caída al vacío de 15 metros mientras participaba en una carrera de Trail, en Asturias. Contó en El Partidazo de COPE cómo vivió, entre múltiples fracturas y una temperatura gélida, aquellas tres angustiosas horas hasta que finalizó su rescate.

00:00

#KM42, con Chema Martínez (30-04-2018)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Jokin Lizeaga es uno de los mejores especialistas de Trail de nuestro país. Hace varios días, el 7 de abril, participaba en el Maratón de los Pastores de Portudera, en Asturias. Cuando lideraba la carrera, se hundió en la tierra, hasta sufrir una caída al vacío de 15 metros. Sobrevivió, y pese a las múltiples fracturas e hipotermia que sufrió, logró que sus gritos de socorro se escucharan. Fue rescatado tres horas después.

Este lunes, Jokin contó su angustiosa experiencia en #Km42, en El Partidazo de COPE: "El susto lo voy asimilando, y las fracturas ya van doliendo menos. Iba corriendo, había una capa de nieve, y en vez de hundirme unos centímetros, ví que me tragó la tierra. Sólo levanté los brazos".

Su caída era la equivalente a la altura de un edificio de cinco pisos: "Calculo que la caída fue de unos 15 metros. La caída libre se me hizo larguísima. Caí de pie, en una base de un metro de ancho".

Sus gritos de socorro tardaron en escucharse: "Logré que me oyera el quinto que pasó por encima del agujero, pasaron unos 25 minutos. Yo estaba abajo, por instinto de supervivencia logré ascender unos metros con el brazo que no tenía luxado y en una repisa me puse una manta térmica y ni me acordé de que llevaba un silbato". Asegura que llevaba todo el material de seguridad obligatorio.

"Enseguida me di cuenta de que tenía el hombro luxado. La situación era tan terrorífica que no reparé en si me dolía o no. Hacía mucho frío por el agua que caía desde arriba, quizás a dos o tres grados. En los primeros minutos, llegué a pensar que el rescate iba a tardar, a esa temperatura pensé que me quedaría frito pronto, que me iba a apagar, y me despedí de mi familia y mis amigos.Después, lloré, intenté no caer insconscientes y pensé que sería cuestión de aguantar. Y cuando, por fin, vinieron los bomberos a por mí, el cuerpo se soltó, me mareaba y me cagaba", relató emocionado.

A día de hoy, sigue reviviendo el accidente, procurando no darle mayor importancia: "Duermo a medias, pienso mucho en ello, y a veces me vuelve mientras duermo. Tengo ganas de seguir haciendo deporte. Aún me parece increíble que pase lo que me pasó en una carrera reglamentaria, y tampoco creo que haya un deporte de riesgo extremo. En varios meses podré estar recuperado y correré".