Helena Condis recibe una llamada del Ministerio de Cultura saudí tras su denuncia en El Partidazo

La denuncia de la periodista de la Cadena COPE Helena Condis de este martes en El Partidazo de COPE tuvo consecuencias inesperadas.

Helena denunciaba los problemas que se encontró "por ser mujer" en el hotel donde se aloja la prensa enviada para cubrir la Supercopa de España. Acudió a la recepción del hotel para preguntar si podía utilizar el gimnasio y se encontró con que, según las normas establecidas, las mujeres solo podían utilizarlo entre las seis y las ocho de la mañana. Los hombres, sin embargo, podían entran en el gimnasio entre las ocho de la mañana y las tres y media de la tarde.

Al preguntar por otra opción y por si podía compartir el gimnasio con sus compañeros, la dirección del hotel le respondió que le habilitaría una habitación de dos metros cuadrados donde no había ningún tipo de material deportivo.

"Un país que se iba a abrir al mundo, en un hotel internacional me encierran en un cuchitril por no poder entrenar con los compañeros con los que estoy ahora metida en una habitación", denunciaba, al tiempo que Gonzalo Miró ironizaba recordando el fin de llevar la Supercopa de España al país saudí: "Pero pagan bien".

La llamada del Ministerio de Cultura saudí

La denuncia llegó a oídos de un trabajador español del Ministerio de Cultura y Deporte de Arabia Saudí, que durante este miércoles se encargó de contactar telefónicamente con Helena Condis.

"Me han preguntado si me había ocurrido algo más en el país porque estaban preocupados. Nuestras declaraciones en El Partidazo de COPE de este martes tuvieron cierta repercusión y están preocupados porque quieren mostrar una imagen positiva del país", explicó.

Arabia Saudí sigue en el 'disparadero' de quienes denuncian que el país no cumple con los Derechos Humanos. De hecho, dos figuras como Toni Kroos o el recién fallecido Franz Beckenbauer, críticos contra el régimen saudí por este motivo, fueron silbados por el público durante la celebración de la semifinal entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

"Fue divertido, gran público", respondió después, con ironía el centrocampista alemán del Real Madrid, que recibía los 'pitos' de la grada cada vez que tocaba el balón por su denuncia en sus redes sociales.