Noticia El Partidazo de COPE

Messi duda de si el Barça quiere renovarle

Messi termina contrato en 2018 (REUTERS)

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El delantero del Barcelona no entiende las últimas declaraciones de la junta directiva y su entorno

. Lo último que quiere Messi es marcharse del Barça, pero no va consentir que le tachen de pesetero, según contó

Messi está muy enfadado y a punto de estallar. No entiende las últimas declaraciones de los directivos del Barça. Cree que algo se está gestando en el club. Piensa que Bartomeu y su equipo están abonando el terreno para negociar a la baja y amortiguar la posible marcha del jugador argentino. Es más, según ha podido saber la Cadena COPE, el entorno del jugador sospecha que el Barcelona trabaja desde hace tiempo en encontrarle un sustituto. Que el club está sondeando el mercado y valorando qué jugadores podrían suplir el socavón que dejaría el jugador argentino si finalmente no continuara en la entidad blaugrana. Las declaraciones de Òscar Grau o de Pere Gratacós, al que le ha costado el cargo institucional, porque sigue en el club, no son una mera coincidencia. Fuentes cercanas al jugador temen que estos mensajes forman parte de una estrategia que consiste en poner paños calientes por si la cosa se tuerce, es decir, por si Leo se marcha. Sospechan que es una estrategia planeada en la sombra por Sandro Rosell, al que consideran que sigue manejando los hilos del Barça, y ejecutada por Josep María Bartomeu y su directiva. A día de hoy, y como venimos informando en la Cadena COPE, el Barcelona, ni ha llamado a Messi para sentarse a negociar, ni el entorno del jugador le ha hecho ninguna propuesta económica al club para continuar. Sin embargo, los directivos de la entidad blaugrana, sin conocer las pretensiones de Messi, hablan de cabeza fría y de sentido común. Y Messi se está cansando. Se está cansando de esperar, de que no le llamen, de ser discreto, y encima, tener que digerir estos mensajes de los directivos que le suenan a "chufla". Lo último que quiere Messi es marcharse del Barcelona, pero no va a consentir que nadie especule con su sentimiento culé ni que le tachen de pesetero. Aun no ha abierto la boca, y ya le están advirtiendo públicamente que no se pase cuando se siente a negociar. Lo único que ha hecho y sigue haciendo es demostrar día tras día que es el mejor y que es el que más ingresos genera al club. Y quiere seguir haciéndolo a partir de 2018, claro que sí. Y no entiende que desde su propia casa le estén poniendo tantas piedras en el camino. Por eso empieza a dudar seriamente de que quieran que continúe en el Barcelona a partir del 30 de junio de 2018.