En 'Fin de Semana'

"Acosar es una droga, necesitas agredir para sentirte bien"

Ricardo fue acosador en su clase, se refugiaba en el grupo para elegir a la víctima, "porque era débil y eso te hace que quieras molestar al chaval".

El acosador se refugia en el grupo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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"Acosar es como una droga, necesitas agredir para sentirte bien"

Ricardo fue acosador en su clase, se refugiaba en el grupo para elegir a la víctima, "porque era débil  y te da un toque de satisfacción molestarle, te genera adrenalina y eso te hace que quieras molestar al chaval".

Tras pasar por distintos institutos y tras ver sufrir a uno de sus mejores amigos, que era víctima de acoso escolar, Ricardo decidió que no podía seguir siendo acosador.¿Nunca te ponías en el lugar del otro? "No, absolutamente no; solo pensaba en qué feliz estoy con mis amigos, en que vamos a salir a dar una vuelta, nunca me puse a pensar ni en el papel del chaval hasta que ocurrió una cosa, hasta que un amigo mío, muy cercano me confesó que estaba recibiendo 'bullying', se le notaba en la cara, estaba enfermo y veía que iba a acabar mal y decidí que tenía que acabar". Acabar con el acoso, con ser acosador, algo que Ricardo ejecutaba con 13 años. ¿Qué hacías? "Daba palizas a chavales, hacer el vacío, molestarle, infravalorarle".Ricardo no acosaba solo, el acosador siempre se arropa en un grupo, es la dictadura de la masa por encima de la libertad del individuo. ¿Cómo elegías a las víctimas? "Las personas que elegía mi grupo con el que me juntaba, eran porque era pequeño o débil, y te sientes mejor que él y te da un toque de satisfacción molestarle, te genera adrenalina y eso te hace que quieras putear al chaval".Ver a su mejor amigo acosado le llevó a dejar de ser el "malote", el que acosa, el que nunca se pone en el lugar del otro, pero es difícil dejar el grupo, la masa acosadora, la que vive bajo el influjo de una droga llamada acoso, "no es fácil, es difícil salir, tuve que alejarme poco a poco del chaval. Es como una droga, necesitas agredir para sentirte bien. Pero en el fondo me di cuenta de que no era feliz y proyectaba mi frustración en otros. No hablaba esto con mis padres, hasta que comencé a cambiar no les dije que hacia bullying, solo se lo dije a mi abuelo que mi dijo que no estaba bien, pero no le hice caso".Para este joven adolescente, que no tiene problemas en casa, la culpa de que ocurran casos de acoso escolar es de los centros, "no era problema con mi familia, era problema con los profesores de mi antiguo centro que me machacaban porque era mal alumno, era el malote de la clase, ellos me maltrataban tocándome los deberes que mandaban al resto, preguntas más difíciles en los exámenes y eso me llevaba a ser yo maltratador" y añade que "en los institutos públicos el bullying es más potente porque los profesores están más ausentes"."Los profesores si ven una situación así deben erradiarla desde el principio", y esto lo dice  Laura, que siempre ha estado en el lado opuesto a Ricardo, ella ha sido acosada desde muy pequeña, "desde muy pequeña me acosaban por ser mulata, mi clase no era muy solidaria". Aunque "es difícil dar la cara si te superan en número, pero hay que intentarlo", no duda Laura, tiene claro que si te insultan por el color de la piel, "no hay que hacer caso, el color de la piel es la melanina y es de tontos insultar por ello. Insultan porque ven que eres diferente y lo hacen para hacer daño, lo hacen por inseguridad, porque se creen fuertes".Ahora, Laura y Ricardo dan testimonio de lo que no puede ser,  dan testimonio de valentía para salir de un problema grave que tiene la sociedad y el sistema educativo y por ello han sido premiados y visitarán en las próximas semanas Perú, por haber dicho 'No al bullying".