Así es la enfermedad de las piernas cansadas: síntomas, tratamiento y su parecido con otras enfermedades

Con la llegada del verano son muchas las personas que sienten sus piernas cansadas y, a la vez, muy pesadas, lo que se traduce en una enfermedad vascular muy frecuente que afecta a más de 15 millones de personas en España, una situación que nadie quiere sentir y preferimos evitar.

Esta mañana volvía a los micrófonos de 'Fin de Semana COPE' Pedro Camacho, enfermero de Pediatría y atención primaria quien advertía, además, de que se trata de un problema que sufren tres de cada diez personas, dos de ellas, "por desgracia", mujeres. "Se trata de una patología progresiva, al principio solo duele en verano, después durante más tiempo y, finalmente, se va intensificando". Está es también crónica, es decir, molesta siempre y es peor con el paso del tiempo. Estas características que al principio pueden resultar normales, hacen que la mayoría de las personas están sin diagnosticar.

Pero, ¿por qué el dolor se intensifica más con el calor? "Porque las altas temperaturas favorecen la dilatación venosa provocando que su retorno se vea afectado y, en consecuencia, genere esa sensación de pesadez". Normalmente, si las venas funcionan correctamente, la sangre fluye desde las piernas hasta el corazón sin acumularse; en cambio, si están lesionadas o son insuficientes, "se producen alteraciones en la microcirculación, aumenta la presión y se dilatan, por lo que se acumula en su interior". Es por ello que muchas veces podemos apreciar las venas varicosas, aquellas que son más gordas y de otro color.

Síntomas, tratamiento y parecido con otras enfermedades

Debido a sus consecuencias debemos prestar atención a los factores de riesgo que la acompañan como pueden ser "los niveles de hormonas, la edad, el embarazo en el caso de las mujeres, la obesidad y el estar mucho tiempo sentados", explicaba Camacho. ¿Y si sentimos dolor? ¿Cómo podemos aliviarlo? Aprovechando el buen tiempo y los viajes, podemos pasear por la playa ya que, la acción del agua fría junto a las olas y los músculos de las piernas, tendrán un efecto beneficioso de la estimulación de la circulación.

Entran también en la lista de actividades las duchas de agua fría, la hidratación y los automasajes, estos últimos siempre de abajo a arriba. No nos olvidamos de los ejercicios de reactivación, es decir, "levantarnos y andar de puntillas o de talón". Si por el contrario vemos que no podemos caminar en ese momento, siempre podemos flexionar o estirar las piernas.

Por último, nuestro enfermero recordaba que es importante acudir al médico si notamos cualquier síntoma para prevenir, por ejemplo, una insuficiencia venosa crónica. Además, esta enfermedad puede confundirse con otras como, por ejemplo, el lipedema, que tiene unos síntomas parecidos tales como "la pesadez, la sensibilidad al tacto de las piernas y los hematomas al mínimo contacto". Pero no solo tiene que ver con los problemas de circulación, también abarca otros problemas como los digestivos, principalmente "la intolerancia al gluten y a la lactosa", avisaba.