Defendió el aborto. Ahora denuncia el negocio de compraventa de cuerpos de bebés abortados

Amparo Medina trabajó para la ONU y desde allí defendió el aborto. Ahora alerta del negocio que hay detrás. 

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Defendió el aborto, nada más y nada menos que desde la ONU. Luchó por él, dio discursos en su favor. Fue militante de grupos de la izquierda radical. Y también funcionaria del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Su nombre es Amparo Medina y es de Ecuador. Y este fin de semana ha pasado por Madrid para participar en el XXII Congreso Nacional PROVIDA.

Y es que Amparo, Amparito como se la conoce, ha vivido en su vida un recorrido de cambio: tras apoyar el aborto de forma incondicional, reconoce ahora las mentiras y silencios que tienen lugar desde ese y otros organismos mundiales para promoverlo, como presidenta que es de la Red ProVida de Ecuador.

“Ninguna mujer va feliz y contenta a hacerse un aborto. Ninguna”. Amparo se expresa de forma muy clara durante su intervención en el programa de Cristina López Schlichting este domingo. “Todas sabemos que nos embarazamos de hijos y que abortamos hijos (…) Parece que te vas a sacar una espinilla o una muela. Todas las mujeres que han recibido un aborto viven un parto, con la diferencia de que lo que recibes es un hijo muerto”.

La presidenta de la Red PROVIDA en Ecuador ha explicado el negocio en el que se ven involucradas algunas empresas farmacéuticas: “La Federación Internacional de Planificación Familiar es la primera organización internacional que vende y compra ese tipo de productos y se convierte en distribuidora a través de la UNFPA. Las farmacéuticas venden básicamente anticoncepción, equipos para hacer abortos, químicos para hacer abortos. Últimamente el FBI ha detectado el gran negocio que hay detrás de la venta de bebés abortados”.

Los detalles que ofrece Medina son escalofriantes: “Acaban de coger presos a unos ecuatorianos que ilegalmente estaban comprando y vendiendo productos, mal llamados, 'biológicos' y que realmente eran bebés abortados de 14 semanas para poder trabajar en la industria, incluso, alimenticia (…) Se acaba de revelar el gran negocio: por 12 cerebros compraban 20.000 dólares, por pedazos de piernas de bebé comprando 7 y 8 mil dólares para sacarles el colágeno y hacer cremas y champús en el mundo de la industria química. Ese es el gran negocio del que estamos hablando”.

Amparo concluía su participación en el programa con Cristina López Schlichting asegurando que “ninguna mujer necesita un aborto. Lo que necesita es una solución”.