La esquina del misterio: el tálamo, posible clave para aliviar o salir del coma

Nuestro divulgador científico Jorge Alcalde nos deja boquiabiertos esta semana con una sorprendente investigación en los macacos

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

Publicado el - Actualizado

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¿Dónde tienen los monos la consciencia? Una pregunta que parece no tener importancia pero que, en realidad, puede ser esencial de cara a nosotros, como se ha encargado de explicarnos esta semana nuestro colaborador Jorge Alcalde, uno de los protagonistas de ‘La esquina del misterio’, la exitosa sección de Fin de Semana con Cristina.

El director de las revistas Quo y Esquire ha relatado que algunos científicos han podido activar un área del cerebro de los macacos que les hace ser conscientes: “Les han probado en estado despierto, con electrodos han visto cómo su cerebro actuaba ante diferentes estímulos, han podido medir muy específicamente la cantidad de energía que utilizan las neuronas en cada una de las áreas de su cerebro, después han dejado que durmieran de forma natural, luego han repetido el experimento y luego los han anestesiado”. Y aquí llega el experimento: “Comparando cómo se comporta el cerebro en estos tres estados han descubierto un área muy concreta del cerebro, el tálamo (que también tenemos los humanos), que es la que más se activa en vigilia. Han conseguido activar eléctricamente esa zona, de manera que un mono anestesiado respondía a estímulos como si estuviese despierto aunque no lo estaba, que es lo extraño y sorprendente. Aun permaneciendo inconsciente tenía una repuesta consciente, y esto es fundamental para conocer mejor cómo funciona nuestro cerebro porque el de los monos y el nuestro es muy parecido. Podemos estar, tal vez, un paso más cerca de entender qué le pasa al cerebro humano cuando se pone malito, cuando tiene un trauma, cuando pierde la consciencia, etc.”.

Y es aquí donde llega la parte más interesante ya que da lugar a una hipótesis fundamental para nosotros: “Parece que empezamos a entender mejor dónde está el coma, qué parte del cerebro lo comprende” ya que, como explica Alcalde, “no lo sabíamos, hay muchas teorías e investigaciones al respecto que delimitan las áreas cerebrales más dañadas cuando estamos en coma, pero no sabemos exactamente la confluencia de estas áreas. Esto parece indicar que en los pacientes en coma hay que mirar al tálamo cerebral, quizás en el futuro podríamos estimularlo para que las personas en coma volviesen a tener consciencia o pudiesen tener un grado de interacción con el entorno aun no saliendo del coma”.

Hay que recordar, como nos recuerda nuestro divulgador científico, que “el coma es un misterio científico brutal, no se sabe casi nada y aun así lo inducimos, no sabemos lo que se siente en él, ni las personas que han estado así y han vuelto son capaces de relatar lo que les ha pasado, no hay memoria del coma”.

En todo caso es cierto que “hay investigaciones realmente estremecedoras al respecto que demuestran que hasta en el 40 % de los casos de coma se mantiene cierta capacidad de consciencia del entorno. Las personas que tengan familiares en coma les da esperanza y les estremece por igual: esperanza porque da sentido a la atención a esa persona”. Es más, “puede haber un porcentaje alto de casos en los que esos cuidados produzcan una reacción en la persona que está en coma”, asegura Alcalde, que añade que “hay casos que han pasado a la literatura clínica muy sorprendentes como el de un joven en EEUU que estaba en coma y solo se despertaba cuando escuchaba el teléfono porque le llamaba su padre. Se levantaba, hablaba con su padre y volvía al coma”.

“En este estado en el que parece que las ventanas del cerebro se cierran al exterior y no entra ni sale nada, algunas ventanitas quedan entreabiertas y parece que por ahí se puede investigar en el futuro para que el coma se pueda aliviar o mejorar”, detalla Jorge, que finaliza asegurando que “esta investigación con los macacos es interesante porque por lo menos nos pone el foco en una parte del cerebro, el tálamo, donde hay que mirar”.

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