La mujer de Pablo Ibar

"Mi vida se detuvo en 1994"

Pablo Ibar este viernes antes de declarar ante el nuevo juez asignado a su causa. EFE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Pablo Ibar es el único español en el corredor de la muerte de Estado Unidos acusado de cometer un triple asesinato en 1994. Ahora su suerte ha cambiado y espera un nuevo juicio donde parece que se anulará su condena.

Pablo Ibar es el único español en el corredor de la muerte de Estado Unidos acusado de cometer un triple asesinato en 1994. Ahora su suerte ha cambiado. Espera un nuevo juicio donde parece que se anulará su condena por falta de pruebas físicas. Una nueva esperanza que celebra especialmente la mujer que vive en su sombra, apoyándole durante estos 22 años. Tanya Quiñones es la esposa de Pablo. Una mujer que ha confiado en su inocencia y que ha contado en Fin de Semana que nunca se ha separado de él desde el día en el que se conocieron en plena adolescencia: "Le conocí en la fiesta de un amigo en común. Creo que tenía unos 15 años en ese momento. Decididamente me gustó cuando le vi. Es muy guapo. Creo que todas las chicas que estaban en la casa se sentían atraídas por él". Para Tanya, Pablo siempre ha sido un hombre muy positivo. Le define como el alma de la fiesta. Con una forma de ser que atraía a la gente. El día en el que todo sucedió estaba con él por lo que asegura que él no pudo cometer los asesinatos. Está dispuesta a sacrificar su vida, como ella misma nos dice, por la verdad y su amor."Ha sido muy complicado. Siento que mi vida se ha detenido en 1994 cuando me vi envuelta en todo esto. Los fines de semana de gran parte de mi vida han transcurrido yendo a la prisión. Empezó todo en la adolescencia y ahora tengo 38 años� ha sido mucho. He conocido más esta difícil vida que la normal en libertad. Y ves que la gente a tu alrededor continúa con su vida, mis amigos se casan, algunos tienen hijos... Es difícil de lidiar".Tanya se cambió de estado para poder estar más cerca de la cárcel de Pablo. Trabaja como enfermera entre semana y todos y cada uno de sus fines de semana se embarca en la carretera hacia la cárcel. Se levanta a las cuatro de la mañana para conducir unas cuatro horas hasta allí. Todo para mantener un pequeño tiempo juntos que dependerá del guarda que vigile. Así que la pregunta de cada mañana es ¿cómo será el día de hoy?"Cuando estás en el corredor de la muerte no se puede mantener contacto telefónico. No he hablado así con Pablo en muchos años. Ha sido trasladado a otra cárcel y estoy esperando su llamada por primera vez lo que es muy emocionante. Por la mañana llego a visitarle hacia las siete de la mañana, pero no me dejan entrar hasta las nueve. Puedo estar hasta las tres. Cuando entras se te permite darle un beso y un abrazo. Después todo depende del guardia que te toque. Algunos son más amables que otros y no les importa que tomes su mano. Otros no quieren ni si quiera que seas afectuoso o que le mires de cierta manera", cuenta Tania en Fin de Semana.A pesar de la vida en la que se ha visto envuelta, sigue enamorada de Pablo. Se casaron en 1999. No tuvieron una boda por todo lo alto ni mucho menos. Su ceremonia se limitó a una conversación por teléfono, separados por un cristal. Desde entonces no han podido tener relaciones conyugales porque allí no está permitido. "Aquí no puedes tener relaciones conyugales, está prohibido. No te dejan en éstos encuentros pero, no me entiendas mal, la gente hace lo que tiene que hacer algunas veces. Aunque lo hacen rompiendo las reglas. Tienes que sobrevivir, pero no es algo que aquí esté permitido", narra Tania.Llevan casi dos décadas casados, pero nunca han vivido como matrimonio normal. Siempre vigilados, limitados� sin poder mostrar su cariño como una pareja normal. Porque no lo son, no son una pareja normal. Tanya no lo es. Es una mujer extraordinaria que ha sabido mantener la esperanza viva en la mente de Pablo. Darle su apoyo y aguantar lo inaguantable. Ahora solo piensa en cómo la vida puede cambiar próximamente con el nuevo juicio. Una nueva vida. ¿Qué haría en el mismo instante en el que Pablo fuera libre?"Para ser honesta� creo que lo primero que haré será abrazarle, besarle sin que nadie me diga que tengo que parar de hacerlo y sin tener la sensación de estar vigilada. Ser libre para sentirle junto a mi, estar a su lado, conducir con él... cosas cotidianas,  que parecen muy simples pero yo no las he podido hacer en toda mi vida". Tanya ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a los españoles por la extraordinaria ayuda que ha supuesto para ellos. No podrán agradecer suficientemente la esperanza que les han dado a Pablo y a ella misma en una vida que parecía imposible de vivir, ha dicho Tania en los micrófonos de la Cadena COPE.