Cristina López Schlichting recuerda al gran Pepe Domingo Castaño cuando se cumple un año de su muerte: "Gracias por esa vida tan plena"

La comunicadora homenajea a Castaño en los micrófonos de 'Fin de Semana'

Pepe Domingo Castaño y Cristina López Schlichting
00:00

Homenaje Pepe Fin de Semana

Redacción Fin de Semana

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El 17 de septiembre de 2023, llovió. En dos días, el martes, se cumple un año del fallecimiento de nuestro Pepe Domingo Castaño.

Él había escrito en sus memorias que tanta lluvia en Galicia lo había humedecido en el ánimo y que no le gustaban esas jornadas, que buscaba el sol y que seguramente el día que se fuese, llovería. Pues llovió. 

Su voz eterna y rotunda se apagó, de repente, sin darnos cuenta, sin tiempo apenas, para ser conscientes de que se nos iba la leyenda. No lo imaginábamos y nos tocó a nosotros. Nos levantamos con una de las noticias más tristes. 

Nuestro compañero, el gran Pepe Domingo Castaño, fallecía con apenas 80 años en un hospital de Madrid a causa de una septicemia, de una infección desencadenada. 

Y como no estaba enfermo, nos cayó como un jarro de agua fría. Especialmente a ambas familias, la de la sangre y la de la radio. Nos quedó la acertada sensación de que a Pepe aún le quedaba mucho tiempo por disfrutar. 

 Es Heri Frade, empezando el 'Tiempo de Juego' más duro de su recorrido, el de aquel 17 de septiembre de hace un año. 

Esta familia, la del programa líder de la radio deportiva, sigue echando de menos a Pepe. 

Lo cierto es que a todos nos robó el corazón cuando vino a presentarnos su libro, un libro maravillosamente escrito que se llama 'Hasta que se me acaben las palabras', en el que de forma premonitoria nos hablaba de sus sueños y de cómo se habían cumplido. 

SU FAMILIA, GRAN MOTOR para PEPE DOMINGO CASTAÑO

Aquel niño gallego de familia numerosa y pocos medios consiguió un sueño extraordinario y murió con las botas puestas, haciendo radio, uno de sus grandes amores. 

Además, lo que ocupaba la mayor parte de su corazón eran sus hijos, sus nietos y su Tere, su novia eterna. Quizá por esto se atrevía a decir con rotundidad que era el hombre más feliz del mundo.

 Polifacético siempre, Pepe Domingo no solo fue la leyenda de la radio, también fue estrella televisiva y cantante reconocido a nivel mundial.

 Aquella canción lleva pantalón vaquero y la camisa a cuadros. Supo que amaba la música desde joven e incluso fue cantante de orquesta. 

Pero seguro que nunca imaginó de chico, en su padrón natal, donde ahora lleva una plaza su nombre, que acabaría haciendo este canto a Galicia con este que es uno de los más grandes de la música mundial. Es probable que ahora ahí arriba la fiesta siga. 

No sabemos si con tequila reposado, de por medio o con ron. Seguro que hay rancheras y mariachis y Pepe estará cantando con la compañía más especial. Es el dúo de Pepe cantando con su madre. 

Una institución, una institución en Padrón, una mujer que quedó viuda pronto, que tiró del carro como una salvaje a la que todos recuerdan en padrón y es que de tal palo tal astilla. 

Qué alegría habrá tenido esa madre al recibir al hijo y esta es la vida. Es un camino, un camino lleno de ilusiones y de esfuerzo, de muchos dolores también, pero que también ayudan a comprender y que nos permite llegar a una meta hermosa. 

Gracias Pepe, gracias por esa vida tan plena, por decírnoslo, que eras tan feliz y por tu legado en este medio que tanto amamos. Gracias por enseñarnos el camino.