Juan Pablo y Anabela volvieron a casarse tras 7 años divorciados: "Pusimos a Dios en nuestra relación"
En el caso de estos dos argentinos, el amor volvió a triunfar después de un periodo separados por una decisión muy difícil
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Juan Pablo y Anabela volvieron a casarse después de 7 años divorciados: "Pusimos a Dios en nuetra relación"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante todo este fin de semana se ha hablado de amor. No podemos pasar por alto que el viernes fue 14 de febrero, San Valentín, y muchas parejas han aprovechado el parón de la semana para celebrarlo.
Es el caso de Juan Pablo y Anabela, invitados por Cristina López Schlichting en Fin de Semana de COPE. Esta pareja de argentinos, con residencia en España desde hace muchos años, tiene una historia muy singular.
Se conocieron en su trabajo (hasta ahí nada excepcional les ocurre a muchas parejas), y comenzaron a salir. Anabela trabajaba en quirófano y Juan Pablo especialista en rayos. Trabajaban en el mismo hospital en su Argentina natal cuando decidieron venirse a España. Ya en nuestro país decidieron dar el paso al matrimonio.
Once años juntos y dos hijos en común, cuando un día, Juan Pablo decide dar un cambio radical en su vida y, por ende, en la del resto de la familia.
"Les hice una herida muy difícil de cicatrizar"
"Tenemos que hablar", dijo un día Juan Pablo a Anabela y a sus hijos. Había decidido que les dejaba. Que se separaba de ella y se alejaba de los chicos porque había encontrado a otra mujer.
"Quería otra vida, tenía a otra persona, pero tenía mujer y dos hijos por lo que busqué ayuda psicológica y la obtuve y me divorcié", relata con pena en su voz recordando aquellos días porque "se dice en un segundo que te quieres divorciar o que te vas de casa, pero la herida que produces tarda mucho en cicatrizar".
Y se fue, lo que provocó en Anabela ese resquemor del desamor. "Lo viví muy mal, si me lo encontraba lo quería atropellar, porque él fue al psicólogo, se preparó, pero yo no lo vi venir", le confiesa a Cristina mientras Juan Pablo escucha atentamente.
Sus hijos no fueron inmunes a lo que estaba pasando. También resultaron heridos y les costó aceptarlo.
...Y siete años después resurgió el amor
Y siete años después de aquel traumático divorcio para Anabela, las cosas comenzaron a cambiar. A Juan Pablo se le acabó la otra historia de amor y comenzó un proceso en soledad "de llorar y sufrir" y comienzas a "tomar conciencia del daño que había hecho".
Entonces una pandemia paralizó el mundo y Juan Pablo regresó al pueblo donde vivían Anabela y sus hijos. Cuando ya se podía salir se reencontraron, empezaron a ir a encuentros organizados, a las conocidas Cenas Alpha y fue en esos encuentros en los que se dieron cuenta de que "nos pasaban las mismas cosas".
En este nuevo enamoramiento Juan Pablo descubrió en Anabela "que es un ser especial que tiene carácter, pero un corazón enorme que pese a lo rota que estaba tiró adelante con los chicos y es un orgullo ver cómo son los chicos".
Sus hijos, que cuando les comunicaron que volvían a casarse no daban crédito, "dijeron: están locos, se les va la pinza, ahora se casan otra vez".
"Cuando en la ecuación se incluye a Dios, tiene otra trascendencia"
Y se volvieron a casar hace 3 años, en el 2021. "Nos casamos por iglesia, no lo habíamos hecho la primera vez. Suerte que no lo hicimos la primera vez. El casarse por iglesia es, aunque suene raro para los que no son muy creyentes, es poner a un tercero en la relación, que es Dios. Y eso cambia muchísimo la ecuación, ¿no? El compromiso que ya tiene de por sí la importancia y la seriedad de comprometerte con otra persona, pues cuando además en la ecuación incluye a Dios, pues tiene otra trascendencia", dice con contundencia Juan Pablo y asiente Anabela.
A día de hoy ambos confirman que "somos felices, los chicos son felices" y añade Juan Pablo, "creo que sanaron las heridas" y recuerda que en "un divorcio se pierde no solo la familia también los amigos que se quedan por el camino".