LITERATURA EN FIN DE SEMANA

"Me preocupa que muchas democracias empiezan a deslizarse por el camino de la autocracia en Europa "

Julia Navarro se sienta en el estudio de Fin de Semana con su último trabajo, 'El niño que perdió la guerra'

Redacción Fin de Semana

Publicado el - Actualizado

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Cuando Julia Navarro tenía 17 años quería estudiar física y química. Le fascinaba preguntarse por todo. Por la vida. Por la esencia de las cosas. El universo. Y lo tenía claro. La física era el nicho en el que podía encontrar esas respuestas. Solo había un inconveniente: las notas.

Fue su muy querida profesora de literatura, Conchita Fernández Débora, quien le dijo: “Julia… si a ti lo que se te da bien es escribir”. Unos pocos años después, 40 de ellos dedicados al periodismo, la madrileña vuelve a Fin de Semana para presentar 'El niño que perdió la guerra' que edita 'Plaza y Janés'. 

"Esta es corta para mis novelas, porque no es de 1.200 páginas... yo misma estoy asombrada de haber escrito algo más de 600". Julia Navarro traslada en estas páginas al lector a la Europa de los años 40. Al Madrid del año 1938 y a la Rusia de Stalin. El hilo conductor es Pablo, un niño de cinco años residente en la capital cuando la guerra civil española está llegando a término.

Hijo de un matrimonio afín al comunismo, es enviado por su padre a Rusia, donde será acogida por Boris y Anya. La relación que establecerá el pequeño con Anya, amante del arte y la poesía rusa, y el recuerdo de su madre biológica, Clotilde, permite a Navarro ahondar en la vida de dos mujeres que vivieron bajo regímenes totalitarios. 

Los niños siempre pierden las guerras de sus padres"

Julia Navarro

Periodista y escritora

"Los niños siempre pierden las guerras de sus padres" afirma la autora. Su pasión por la vida de Anna Ajmátova, poeta rusa perseguida por el régimen de Stalin, fue el germen de esta novela. 

"Todos los regímenes totalitarios, se pinten del color que que sea, son iguales". Tanto Anya como Clotilde sufren en sus carnes la censura artística y política y las consecuencias de cruzar las líneas establecidas: "¿Qué es lo que suelen hacer los dictadores y autócratas? El primer enemigo es la cultura. Las personas que tienen pensamiento propio. Crítico. Se suelen cebar en ellas". 

      
             
      

La historia de Pablo, el niño hijo de la Repúblico enviado a Rusia por su padre para ponerlo a salvo, es la que vivieron miles: "He conocido a alguno de esos niños. Con uno tuve mucho trato durante años. Me contó muchas historias. Siempre pensaba en el horror de que te lleven a un país del que no puedes volver. Que tengas que desaprender todo para empezar de cero" explicaba la autora.