Fin de Semana da la vuelta al mundo y descubre que las mujeres japonesas envían a sus maridos...a recibir mimos

Cada domingo nos visitan María y Dani, una pareja de españoles que está dando la vuelta al mundo en una particular Luna de Miel. Han visitado Filipinas, Tailandia, Malasia, Japón, Corea del Sur... y han querido compartir en Fin de Semana los choques culturales que más les han impactado en estos meses de viaje, que van compartiendo en sus redes. 

Dani Errántez explicaba la realidad que ha inspirado el titular de este artículo. Esos aspectos menos conocidos del país nipón: "Íbamos haciendo tours por la ciudad, una visita en la que contaban detalles menos publicitados de Japón, ese país en el que parece que todo es perfecto. De pronto empiezas a darte cuenta de que ciertos carteles tienen connotación sexual. Negocios a los que van hombres y mujeres a recibir afecto y conversación, aunque el propio guía reconocía... que no sabía si esos encuentros acababan de otra manera" explicaba el extremeño. 

Compartía María Machado una costumbre a la que la pareja se va a costumbrando a la fuerza: la flexibilidad en los horarios y la puntualidad: "Los estamos sufriendo y disfrutando porque nos vamos acoplando... en muchos países del Sudeste asiático todo es tranquilo y pausado. Los horarios son muy flexibles. El ferry te dicen que sale a las siete... y sale a las ocho y media. En algunos restaurantes puedes esperar hasta dos horas hasta que te sirven. Eso sí. No hacen sobremesa. Pero te dejan comer tranquilo" reflexionaba.

Aprovechaba María para dejar un consejo a los interesados en visitar esa parte del mundo: "Siempre hay que coger mucho margen entre un transporte y otro. ¡Incluso un día! Por lo que pueda pasar".

Reconocían María y Dani haberse sorprendido por la forma de vestir en algunos países, concretamente en Japón y Corea del Sur: "Allí lo que gusta es la piel pálida, completamente blanca. Hay maquillaje para exagerar ese tono blanquecino de la piel" señalaba Errántez: "Van tapados haga la temperatura que haga". Incluso en agosto, un mes especialmente caluroso en Japón: "Van con chaquetas, guantes, calcetines...".

Y cuando uno viaja, puede terminar cogiendo gusto a algunas costumbres foráneas. Es lo que le está sucediendo a María... ¡con el regateo! "¡Me encanta! Le estoy cogiendo un vicio a lo de regatear..." exclamaba entre risas: "Cuando compras souvenirs, ropa o en algunos alojamientos hemos tenido que regatear el precio. Y a ellos les encanta. No se sienten ofendidos".