La madre de Cristina: así cambiaron los bares en España cuando llegaron los americanos

Un nuevo capítulo de Ingebor Schlichting en Fin de Semana que trata sobre cómo nos adaptamos a las nuevas modas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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España es mundialmente conocida por sus bares, por su gastronomía y por el servicio que ofrecen. No es de extrañar que Ingeborg Schlichting, la madre de Cristina, haya hecho especial hincapié en Fin de Semana en cómo cambió esto en España: “En los 50 los americanos ya habían llegado, la base de Torrejón funcionaba. Todos los edificios altos entre la Plaza de Ecuador y la de Perú estaban habitados. Los rótulos de los negocios estaban en inglés”.

En los lugares más concurridos, España tuvo un lavado de cara: “Se notaba sobre todo en los bares. Las mesas tendían a desaparecer y empezaron a poner barras largas para que la gente comiera”, cosa que hasta el momento no había existido. Se pasa del clásico restaurante al lugar de paso en el que tomar un café.

Sin embargo, no dejó de ser el habitual lugar de descanso, como una segunda casa, para muchos españoles: “Y existía el café, al que iban por la tarde la gente mayor. Creo que en invierno buscaban sobre todo el calor porque las casas, sobre todo las humildes, eran poco confortables. Las casas no llegaban a calentarse, siempre frías. En los braseros tenías calor por delante y la espalda se quedaba fría. Ibas al café para estar calentito y pasar el rato. Y camareros encantadores. Todos los cafés se llamaban California, Nebraska, Nevada… todos ingleses. Y la gente se pasaba allí toda la tarde con el café, nadie les molestaba. En Alemania te preguntaban a los 10 minutos si querías otro. En el Edificio España los americanos nos invitaban a las secretarias a tomar café, eran encantadores”, ha finalizado la madre de Cristina.