La madre de Cristina: “Estábamos acostumbrados a las bombas, no pasamos miedo en el colegio”

Ingeborg Schlichting cuenta en Fin de Semana con Cristina cómo eran los bombardeos en Hamburgo y las pocas veces que pudo ir a la escuela

Cristina L. SchlichtingRedacción Fin de Semana

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Ingeborg ha querido hablar de las clases semipresenciales, porque eso ya pasó en la guerra que ella vivió de niña: “Nosotros no teníamos internet, nos repartíamos en grupos porque los colegios habían sido bombardeados y no podíamos ir siempre, así que íbamos por turnos. Nos cambiábamos por semanas”.

“Yo estuve muy pocos meses, el director me mando a casa, se lo dijo a mi madre, porque era muy alta y muy delgada y me dijeron que volviese al año siguiente, porque tenía que comer más. A mí me pillaron solo los últimos los meses”. En los refugios lo vivíamos como todo, “nos daba igual, estábamos acostumbrados y además teníamos muy poco colegio”.

Durante los bombardeos, pasaba lo mismo, “estábamos acostumbrados a que cayesen bombas, no nos asustábamos mucho. Pero había otros niños que sí lo pasaban peor. Pero teníamos los refugios construidos mucho antes de la guerra, una habitación toda grande de hormigón y unos escalones de metal para salir a la calle en caso de que se cayese sobre nuestras cabezas” ha contado la madre de Cristina.

Ingeborg también ha detallado que su casa "ya era un refugio. A un amigo se le cayó un piso de seis plantas encima del refugio y los de dentro se ahogaban porque no podían salir. Las velas se apagaban por falta de oxígeno".