Las espinacas mandarán ‘mails’ para avisar de cambios en el clima

Juan Fierro, corresponsal en Washington, sorprende a Cristina en Fin de Semana con este descubrimiento científico: verduras que pueden alertar de explosivos y del tiempo variable

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La ciencia no deja de sorprendernos constantemente. Cuando parecía que extraíamos todo el jugo al mundo natural nos llegan noticias que nos dejan boquiabiertos. ¿Y si te dijéramos que hay científicos que han logrado que las espinacas nos manden mails avisándonos de cambios en el clima?

En ‘La Esquina del Misterio’ de Fin de Semana con Cristina gracias a Juan Fierro, corresponsal en Washington, lo desvelamos.

Es un logro de ingenieros del conocidísimo MIT de Estados Unidos, como explica Fierro: “Tenemos que borrar la imagen en nuestra mente de una espinaca saltando del suelo y yendo corriendo a mandar un e-mail, claro. El proceso es algo más complejo pero termina ahí, con el envío de ese correo electrónico. Estos científicos del MIT han transformado las espinacas en sensores que son capaces de detectar materiales explosivos. Cuando las raíces de las espinacas detectan la presencia de nitroaromáticos en el agua subterránea, un compuesto que suele encontrarse en explosivos como las minas terrestres, los nanotubos de carbono de las hojas de la planta emiten una señal. Esta señal es leída por una cámara de infrarrojos, que envía una alerta a los científicos y envía el e-mail”. “No es la espinaca la que manda el mail sino esa red de raíces, y a través de sus hojas, cambian las señales recogido por las cámaras y éstas alertan por mail”, añade Fierro.

Este experimento forma parte de un campo de investigación más amplio, ¿en qué consiste? El corresponsal explica que “implica la ingeniería de componentes y sistemas electrónicos en las plantas. La tecnología se conoce como ‘nanobiónica vegetal’ y consiste en dotar a las plantas de nuevas capacidades. El profesor Michael Strano, que dirigió la investigación, explica que estas plantas son muy buenas químicas analíticas, es decir, que las raíces en el suelo están constantemente tomando muestras de agua subterránea e impulsan esas señales hacia las hojas. Dice Strano que, con este experimento, se ha superado la barrera de comunicación entre las plantas y los humanos”.

De entre todas las plantas existentes, ¿por qué concretamente las espinacas? Juan Fierro detalla que “tienen muchas condiciones muy buenas para esto, como raíces muy profundas y sensibles, y además sus hojas funcionan como ese tipo de transmisor. Es algo complejo pero que estos científicos han visto que es la más proclive para conseguirlo. Y además han descubierto que, si las lavan, exprimen y molen hasta convertirlas en polvo, pasando de su forma comestible a nanoplanchas, pueden funcionar para hacer baterías tierra-aire, que es la más efectiva y puede llegar a sustituir las baterías, en algún momento, a las baterías de iones que llevan nuestros teléfonos móviles”.

Sobre las probabilidades hay de que esto salga del MIT y se convierta en un proyecto real y lo lleguemos a ver en España, Fierro añade que “están en su primera fase, esto va a ser largo, pero no descartemos que dentro de algún tiempo, de alguna manera u otra, podamos verlo como parte de nuestra vida cotidiana”.