‘La Esquina del Misterio’: la telequinesia, ¿una realidad dependiente de fuerzas que no podemos ver?
José Miguel Gaona, psiquiatra forense, vuelve a Fin de Semana con Cristina para desgranar los entresijos de la telequinesia, si es que existe…
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Telepatía, telequinesia… los poderes de la mente nunca dejan de sorprendernos y apabullarnos. No dejamos de preguntarnos por ellos y parece que no siempre las respuestas son definitivas.
Por eso en Fin de Semana con Cristina queremos profundizar todo lo posible en algo tan apasionante como la telequinesia y, para ello, recurrimos a una eminencia como el doctor José Miguel Gaona, psiquiatra forense, asiduo colaborador del programa y fuente (casi) ilimitada de conocimientos sobre nuestro cerebro.
Gaona ha recordado la aparición televisiva de Uri Geller doblando cucharas en directo: “Aquella noche yo estaba en el colegio mayor cuando aparece él en la tv diciendo que iba a doblar unas cucharas y que iba a activar relojes que estuvieran inactivos en las casas de los telespectadores. Y las dobló”. Ahora bien, no es oro todo lo que reluce y Gaona explica que “jugaba con la buena fe de la gente. El tema de las cucharas es un truco muy reproducido muchas veces y, por otro lado, cualquier reloj que esté parado una temporada, si lo agitas, lo mueves y le das cuerda, alguno se movería”.
“Lo que más nos interesa”, afirma el doctor, “el tema de hoy es la micro telequinesis. Hace muy pocos años estuve con el doctor Michael Persinger en la Laurentian University y es uno de los mayores expertos en consciencia humana. Una de las cosas que más me llamaron la atención fue uno de aquellos programas en los que un pequeño aparatito llamado psyleron o generador aleatorio de números era influido por aquellas personas que tuvieran intención y atención sobre el aparato”. Gaona explica esto: “Es pequeño, como un móvil, se enchufa a un ordenador por USB y un programa lo controla. Comienza a generar números al azar, ceros y unos. Cuando hay circunstancias emocionales o intención o atención, estos números, estadísticamente comienzan a oscilar y fluctuar”.
“Yo mismo he hecho experimentos, publicados en revistas científicas. En funerales, bodas, etc., acudí a estas reuniones de El Escorial con motivo de las presuntas apariciones de la Virgen, que como científico no me importa si son verdad o no, me interesaba la experiencia personal de cada persona”, relata el psiquiatra forense, que añade que “las fluctuaciones son realmente importantes, y todo esto vino de un programa de los 70 en el que el Instituto de Princetown de Ingeniería dejaba caer miles de bolitas por una pared que iban a distribuyéndose creando una curva como una montaña; sin embargo, con observadores, las bolitas caían más hacia un lado que hacia el otro. Luego hubo otro investigador francés que lo hacía con agua. Actualmente tenemos a Dean Radin, director del Noetic Institute, que le conozco personalmente. He visto sus experimentos que lo hacen con rayos láser, derivan un haz de rayo mínimamente. De alguna manera hay algo que se moviliza cuando oramos”.
“Este tipo de energías invisibles, al parecer, afectan a la materia cerca, lo que podría ser una de las piedras angulares de, por ejemplo, la telepatía, los sentimientos compartidos o esas extrañas experiencias de gente que dice cosas como ‘percibo que Fulanito le ha pasado algo’”, finaliza Gaona.