Cristina López Schlichting: "50.000 muertos en el terremoto, avergüenza que estemos en guerra otra vez"

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¡Muy buenos días España! Bienvenido a Fin de Semana de la cadena Cope, es tu programa y es tu equipo. Te saluda Cristina en este 19 de febrero de temperaturas más suaves. Los almendros están floreciendo y las mimosas están llenas de flores amarillas y moradas, todo el mundo se queja de astenia y cansancio y es que esto está listo para la primavera.

Nunca podremos dar suficientes gracias de que el suelo no se mueva bajo nuestros pies. Hasta ahora se consideraba el terremoto más grave de la Historia reciente el ocurrido en 1939 en Turquía, 32.000 víctimas. Pues esta vez hemos alcanzado las 40.642 según las cifras oficiales del Ministerio turco del Interior. Otras diez mil al menos habrían fallecido en Siria, según la Organización Mundial de la salud. Eso pone el saldo mortal en 50.000 muertos, por ahora. Una catástrofe que requerirá años de reconstrucción e ingentes cantidades de ayuda internacional.

A veces es bueno poner rostro a las noticias y hoy tenemos en mente a la familia que ha permanecido hasta ahora bajo los escombros de un edificio derrumbado en Antioquía, un padre, una madre y tres hijos, sin comida ni bebida, en la oscuridad, asistiendo impotentes a la muerte de varios de ellos. Un dolor de una magnitud insondable.

¡Dios es grande! Exclamaba la gente. 296 horas, casi 13 días, llevaban las cinco personas sepultadas. Cuando sacaban al padre trabajosamente por una grieta, sus facciones recordaban a Auschwitz. La cara depauperada, los dientes prominentes, los ojos desmesuradamente abiertos. Se llama

Samir Mohamed Accar. Salvado junto a su esposa Ragda y su hijo de 12 años, fueron trasladados a un hospital donde desgraciadamente el muchacho ha entrado fallecido. Los otros dos hijos habían muerto antes del rescate. ¿Alguien puede medir el calvario de una madre y un padre que asisten impotentes a la muerte de sus tres hijos? Se trata de inmigrantes sirios, de los muchísimos que se encontraban en Turquía tras huir de la guerra del Daesh en su país.

Cuando se percibe la magnitud del sufrimiento de tantas personas se avergüenza una de que estemos en guerra otra vez. Y abochorna nuestra forma tantas veces poco seria de vivir. Porque ante el misterio del mal uno puede lamentarse y convertirse en un cínico, como si nada importase, o hacerse más consciente de que cada hora en este mundo es un don crucial. Una oportunidad excepcional que cada uno recibimos.

Porque hay que ver qué ridículas y lamentables las fotos que publica la prensa de los clubes de alterne en los que acababan las visitas organizadas a Madrid del diputado socialista que esta semana ha tenido que dimitir, Juan Bernardo Fuentes, “Tito Berni”. Visita al Congreso, cena con el representante del pueblo y prostíbulo era el menú para los empresarios que le pagaban entre 3000 y 5000 euros por conseguir subvenciones y contratos. La juez ha situado al congresista canario en el vértice de la trama de mordidas.

Ley Trans

De la misma altura es lo que cuenta el comisario Villarejo en ABC, donde acusa a diestro y siniestro y vuelve sobre las saunas que regentaba el suegro de Pedro Sánchez, Sabiniano Gómez, prostíbulos de hombres y mujeres como la sauna Adán, de la calle San Bernardo de Madrid y que habrían sido escenario de sus lamentables tramas de espionaje.

Y en plena campaña electoral, han comenzado las rebajas. Ahora que ya se han ventilado las leyes espinosas, empieza el chorreo de dinero al votante. Pedro Sánchez anunció ayer que el Consejo de Ministros del martes aprobará 2520 millones de euros en becas, “la mayor partida de la historia”, subraya. Además de las becas a familias desfavorecidas se va a crear un subsidio de 400 euros para alumnado con necesidades especiales, desde discapacidad a problemas de conducta.

También Feijoo promete cosas, en este caso, la modificación de la Ley Trans aprobada el jueves sin apoyo del colectivo feminista, los médicos o los padres y madre de los niños trans. Ayer entrevistábamos aquí a Francisco Martínez, padre de un muchacho de 21 años que se suicidó hace ahora diez meses, tras operarse los pechos, hormonarse y emprender un imposible camino para convertirse en una hermosa modelo de moda. Soñaba con el ejemplo de Kendall Jenner, de la familia Kardashian.

Los padres y madres de muchos niños con disforia acelerada de género han recibido con estupor una ley que les deja impotentes ante la imprudencia adolescente por hormonarse y operarse. Ahora parece que el que una chica tenga modos masculinos o un chaval gestos delicados exige ir al quirófano. Es el triunfo definitivo de los estereotipos de género más rancios.

Y a veces una notica tiene la virtualidad de provocar una moviola, una vuelta al pasado de las fotos de colores un poco anaranjadas y los pantalones de campana. Está muriendo el ex presidente norteamericano Jimmy Carter. 98 años tiene y, gravemente enfermo, se ha retirado a su casa para recibir cuidados paliativos. La familia ha comunicado que Carter pide privacidad y ha decidido pasar los últimos momentos rodeado de los suyos. Ocupó la Casa Blanca entre 1977 y 1981, entre los presidentes Ford y Reagan y pasará a la historia por los acuerdos de paz de Camp David, cuando logró que los presidentes de Egipto e Israel, árabes y judíos firmasen una difícil y esperada paz. Bonita herencia ese abrazo entre Anwar el-Sadat y Menájem Beguín. Ojalá tuviésemos ahora líderes de semejante estatura.

El próximo viernes, 24 se cumple un año, un año ya, de la invasión de Ucrania por Rusia. En plena escalada armamentística, la representante norteamericana Kamala Harris solicitó ayer la ayuda de China para que medie en el conflicto. Era en el cierre de la Conferencia de Munich, el mayor foro de defensa internacional. Aquí nos preguntamos cuánto va a durar este vergonzoso y horrible conflicto.