Cristina L. Schlichting: “Los rasgos autoritarios denotan una dirección que ya conocíamos en la historia"
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La comunicadora de ‘Fin de Semana’, Cristina López Schlichting, analiza el comportamiento "autoritario” que está teniendo el Gobierno durante esta crisis provocada por el coronavirus
Resulta muy difícil para una persona que ha cubierto, como, yo la caída del Muro de Berlín en 1989 y que ha comprobado in situ el desastre que fueron los países de más allá del acero. Resulta muy difícil detectar en la sociedad española y en este Gobierno, una evolución hacía la colectivización social, hacia la sovietización.
Cristina López Schlichting, sobre los rasgos autoritarios del Gobierno
Hemos visto varios rasgos autoritarios por parte de este Gobierno. Primero cuando empezó a censurar las preguntas de los periodistas en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros, provocando que varios medios de comunicación se ausentasen de ellas. Una deriva muy muy preocupante.
En segundo lugar, ha sido también muy desagradable el ataque a empresarios y autónomos con motivo de la crisis económica del coronavirus. La idea de que los responsables de la patronal, los empresarios, son contrarios a los intereses de la mayoría. En una sociedad plural, una sociedad donde todos hacemos cuanto podemos y aportamos desde el mundo del trabajo. Tuvo que haber una muy fuerte intervención de la oposición para que el gobierno cambiase en esta forma de castigar a las empresas y a los autónomos.
Finalmente estamos viendo como se centraliza toda la compra de material sanitario con una mentalidad muy reducida y, por cierto, muy ineficaz. Ahora se dice que los test solo pueden estar en manos del Gobierno. Se han incautado, que son palabras mayores, 2.000 test de la empresa Siemens, que los había comprado para hacérselos a sus trabajadores. Es un escándalo absolutamente porque el mercado libre es capaz de proveer test para todo el mundo y si una empresa se molesta en hacer la transacción internacional y en traer test para sus trabajadores, consigue ayudarnos en ese impulso general para saber a través de pruebas quiénes están contaminados, quiénes no y quiénes tienen anticuerpos.
¿Por qué tiene que colectivizarlo el Estado?, ¿por qué tiene que centralizarlo todo si además se manifiesta incapaz de gestionar bien y absolutamente ineficaz? Son rasgos muy muy autoritarios que habrá que vigilar mucho porque ciertamente denotan una evolución en un horizonte y en una dirección que ya conocíamos en la historia y resultó desastrosa.