Cristina L. Schlichting: “Que Sánchez negocie en la cárcel de Lledoners, que será más práctico”

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“Buenos días España.

Muy bienvenido a COPE y a tu equipo de Fin de Semana en esta jornada en que te saludamos desde Valencia. Un sol radiante preside aquí, la celebración del maratón más importante de España y el cuarto de Europa, después de los de Londres, Berlín Roma. 50.000 corredores que ya se se entrenan esta mañana corriendo por las calles y una entrada impresionante de dinero en la ciudad, que tiene ocupación hotelera al 94%.

Hoy somos más, o eso dice el EGM, Según el estudio general de medios, somos una media de 827.000 en el programa de Fin de Semana. Por este empujón te damos gracias de corazón y nos seguimos comprometiendo a madrugar todos los fines de semana del año para estar a tu servicio.

El año próximo el maratón de Valencia cumple 40 años y estará hermanado con el de Londres, porque comenzaron su andadura el mismo día. Y hoy precisamente la capital del Támesis está de luto. Tres muertos coronan un asesinato en el Puente de Londres. Dos personas asesinadas a puñaladas por un yihadista, salido de la cárcel, que ha muerto a disparos de la policía. En la Haya, ente tanto, varios transeúntes han sido atacados de la misma manera. La policía investiga en este caso si hablamos de terrorismo islamista.

Aquí están, de nuevo, los guardianes de Alá. Unos perros que actúan con preferencia los viernes, el día santo del Islam, y que en este caso han encontrado en el llamado Black Friday la excusa perfecta para dar con aglomeraciones humanas en las calles de las grandes urbes. El final de la guerra en Siria e Irak nos hizo concebir el sueño de acabar con los grandes atentados, pero está visto que no es así. Por el contrario, y según explican los expertos, esta circunstancia y la reciente muerte de Al Bagdadi, el lider del ISIS, por parte de los Estados Unidos, ha descabezado el movimiento y puesto nerviosos a sus dirigentes. Las unidades durmientes han lanzado por Internet nuevas amenazas y su control es difícil para las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Y en España seguimos los pasos de la alucinante y determinada decisión de Pedro Sánchez de apuntalar su Gobierno con Podemos en el independentismo catalán. Me resulta imposible aclarar estos días a mis amigos extranjeros que, después de tener que suspender la autonomía catalana por un intento golpista, nuestro presidente en funciones está negociando con los propios golpistas la formación del nuevo Gobierno. Con Junqueras, que está en prisión. Aconsejo al líder trasladar las conversaciones a la cárcel de Lledoners, que será más práctico.

Desde allí nos llegan la noticias de que por fin no habrá Gobierno en Navidades. Pedro Sánchez lo anunció, pero ya se sabe de la solidez de las promesas del doctor. La cuestión es que aunque el PSOE ha puesto alfombra roja y ya acepta una mesa bilateral de negociación y el llamar conflicto político a los intentos de los secesionistas de romper la unidad de España, los de Esquerra, que ahora son los que mandan, han exigido más tiempo. Celebran su Consejo Nacional el 21 de Diciembre y quieren nombrar nuevo candidato a elecciones, a saber, Pere Aragones, y someter a consulta el pacto antes de dar el ok. Así que esperaremos a enero para ver por dónde va la cosa. Para esto, la verdad, y como dice Leguina, no habría hecho falta ir a otras elecciones.

Entretanto, todo cruje dentro del PSOE. Menudo dolor ser de esta formación y ver semejante aquelarre. José Borrel ha aprovechado su salida del Ejecutivo para cargar contra ERC. Dice el ex ministro de Exteriores, que ha sido sustituido por Margarita Robles por el momento, que el partido de Rufián no es progresista. Yo no sé si será progre o o, lo que es es soviético, que es cosa nada moderna.

Entretanto siguen las protestas de la vieja guardia por lo que está pasando. Felipe González ha criticado desde Buenos Aires, donde pronunciaba una conferencia, que este nuevo bloquismo, con alianza del PSOE con podemos y de las derechas entre sí es muco más imperfecto que el bipartidismo del pasado y, en la misma línea, Alfonso Guerra lamentó esta semana, en la presentación de su libro, el que ahora los partidos democráticos se dividiesen entr lo que miman a los radicales de izquierdas y los que lo hacen con los derechas. El ex vicepresidente de Gobierno ve un "suicido colectivo" en el reciente acuerdo entre socialistas y Podemos”.