Cristina L. Schlichting: "Votar a Esquerra o a Junts es alentar la idea del 'somos diferentes'"

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¡Muy buenos días España! Bienvenido a 'Fin de Semana' y a este equipo encantado de acompañarte. Chubascos y tormentas en el litoral mediterráneo. Hay aviso amarillo en la Comunidad Valenciana, en Cataluña y en Baleares, también en Galicia por posibles fenómenos costeros. Preguntaremos a Olcina a las 11:00 horas por las temperaturas, que parece subirán en el norte y el suroeste y descenderán, lógicamente, en el área mediterránea. Es, y ya tenemos temor por estar fechas, el fenómenos de la gota fría, cuando se chocan las masas de aire frío contra las superficies recalentadas del mar. Y este año el Mediterráneo está especialmente tibio.

Noticias buenas del baloncesto. Hay que ver cuánto tenemos que agradecerle al deporte español, especialmente cuando los tiempos aprietan. La selección aplastó a Alemania y a nuestro Xuancar casi le da un pasmo al narrar que llegábamos a la final del Eurobasket, que jugaremos contra Francia.

Digo que agradecemos el empuje deportivo, entre otras cosas porque hoy las portadas de los periódicos son desoladoras, con las imágenes de las fosas comunes descubiertas tras la retirada de los rusos en la franja de territorio recuperada por el ejército ucraniano. Más de 440 muertos muertos han sido hallado en la ciudad de Izium, que se suma a los horrores descubiertos en Bucha y Mariúpol. Así lo anunciaba el presidente ucraniano Wolodimir Zelenski.

"Otra vez hay dos bandos militares europeos"

Las imágenes repiten lo que vimos en las guerras de los Balcanes. Cuando los norteamericanos forzaron con sus bombardeos la salida de los serbios de Kosovo se desenterraron las fosas apresuradamente cavadas para intentar ocultar no sólo los cuerpos de los soldados caídos en batalla, sino de los de los vecinos asesinados en las venganzas. Desgraciadamente, en España sabemos de eso.

No era difícil encontrar las fosas. Un brazo aquí, una pierna que sobresalía, restos calcinados de cuerpos quemados con lanzallamas, a toda prisa. La tierra se humedece y emponzoña y huele fuerte a queso podrido. Yo tenía una traductora albanesa, Ina, que lloraba todas las noches después de pasarnos el día mirando calaveras para reconocer gente desaparecida y buscada por sus parientes, que sólo tenían radiografías del dentista para reconocer a los suyos. En las fosas de Izium hay personas muertas por disparo, pero también con sogas al cuello, o atadas de pies y manos. Torturas que nada tienen que ver con el campo de batalla.

Hay cierto malestar, no vamos a echar las campanas al vuelo, en el bando de Putin. En la cumbre de Samarcanda, que ha reunido a sus aliados más potentes, China e India han empezado a cuestionar la guerra. Xi Jingpin insistió en la necesidad de estabilidad en un mundo cada vez más caótico e impredecible y el primer ministro indio, Narendra Modi, cuestionó el sentido de la guerra de Ucrania. Putin echó la culpa a Zelenski, que según él se niega negociar, y dijo que haría todo lo posible para que la guerra termine cuanto antes. Veremos a qué se refiere porque el dirigente ruso, ahora que acaba de enterrar sin honores a Mijail Gorbachov ha conseguido destrozar todo lo que aquel unió. Otra vez hay dos Europas, otra vez hay dos bandos militares europeos, los pro rusos y los pro ucranianos. Otra vez propaganda por todas partes y consecuencias de miseria económica y niños asustados.

"Es un destrozo utilizar la lengua como arma"

Por eso da tanta pena reconocer que las fracturas sociales se siguen produciendo también en España. Mañana hay convocada una manifestación en Barcelona de las personas que quieren que sus hijos estudien en catalán y español y que denuncian el acoso que están sufriendo por parte de los puristas de la lengua única, la identidad única, el pueblo único. Qué cansinismo, por favor, qué crueldad. Javier Pulido, el padre de la niña hostigada en Canet de Mar, daba ayer una conmovedora entrevista a Carlos Herrera y hablaba del ostracismo al que le han sometido hasta sus amigos por reivindicar en su tierra la lengua de Cervantes.

Es un destrozo utilizar la lengua como arma. Una barbaridad hacer fronteras de odio y desprecio entre personas. ¿Cómo se puede constreñir de esta manera la libertad de las personas?

Habrá quien argumente que votar a Ezquerra o a Junts no es amedrentar a nadie, pero sí es alentar la idea del “somos diferentes”, “necesitamos nuestro espacio vital”, “tenemos que enfrentarnos a los que nos lo niegan”. Luego, el trabajo sucio en las redes sociales o en las calles, ya nos lo hacen otros.

Basta mirar a Ucrania para comprobar que los problemas ya sobran en el mundo. Que el dolor y el enfrentamiento sobreabundan. Que se lo digan entre otras cosas a tantos catalanes que no llegan a fin de mes, o que han tenido que cerrar sus empresas por el precio de la energía, o suspender pagos. La cesta de la compra, ya lo viene denunciando Cope en todos sus programas, tiene precios más que escandalosos. Por cierto, la vicepresidenta Yolanda Díaz nos prometió que la bajaría a 30 euros y el resultado ha sido casi peor.