Schlichting: "Los premios Princesa de Asturias escenifican la España tranquila y constructiva, que admiramos"

¡¡¡Muy buenos días España!!! Bienvenido a tu programa. Somos Fin de Semana, de la Cadena Cope y, en nombre de todo el equipo, te saluda Cristina López Schlichting. Es 21 de octubre y ha salido un día nuboso y ventoso en buena parte de España. Nos dicen los expertos que es un claro en mitad de dos borrascas y que el lunes volveremos a las aguas y las lluvias, así que preguntaremos a Olcina a las once. Tú ponte cómodo en casa y tira de radio y manta, que es un placer en estos días.

Otra manta más gorda y más pesada cubre la actualidad española. Una manta de silencio que Pedro Sánchez ha extendido sobre barones y colaboradores mientras anuda en secreto las concesiones a los nacionalistas. Estamos viendo cosas que nos hielan la sangre. El Congreso, paralizado desde hace cinco meses y la presidenta, Francina Armengol, sin fijar fecha de investidura para no molestar al césar. Pere Aragonés anunciando en el Senado que el objetivo de la amnistía es el referendo en Cataluña, sin que ni Page, ni los otros socialistas que suelen decir que creen en la unidad de España apareciesen por la cámara.

Y Otegui, que secuestró a Luis Abautua y a Javier Rupérez y que lo intentó con mi amigo Gabriel Cisneros, diciendo a los palestinos que suelten a los rehenes porque no está bien secuestrar. Lo peor de España se frota las manos para incorporarse al Gobierno de la nación, desde los golpistas catalanes a los terroristas de Bildu y los votantes socialistas, sin mover una ceja. Muy pocas voces autorizadas se alzan. Por eso anima tanto escucharlas.

Es el Rey, de nuevo. Esta vez en los premios Princesa de Asturias, que escenificaron de nuevo la España tranquila y constructiva, la que todo el mundo admira, la de la transición y la mano tendida.

La nueva estrella es una joven extraordinariamente bien educada. Una chica guapísima de 17 años que se lo ha puesto muy difícil a los republicanos.

Como la Suecia monárquica y parlamentaria de Carlos Gustavo, como la Gran Bretaña de Carlos de Inglaterra, la España constitucional de Felipe VI tiene el mérito de entregar unos premios internacionalmente prestigiosos, que señalan los logros mejores de la humanidad. Ayer brillaron monstruos de las letras como Haruki Murakami, de las ciencias sociales como Helene Carrere D’Encause, grandes deportistas y científicos y Nuccio Ordine, profesor y escritor italiano muerto repentinamente que nuestros oyentes de Fin de Semana escucharon en su última entrevista pidiendo ayuda para la educación en Europa.

En medio de este fragor, del trabajo sencillo y callado de los maestros, cambia la historia. Las cámaras y las miradas se las llevó sobre todo la gran Meryl Streep, con un magnífico discurso sobre el trabajo actoral, la empatía y la capacidad de escuchar.

La noticia internacional es la apertura del paso de Rafah y la entrada de los primeros camiones con la ayuda internacional para los palestinos de la franja de Gaza. Empieza a caldearse una esperanza.

Ayer hemos conocido también la liberación de dos rehenes por parte de los terroristas de Hamás, dos ciudadanas de los Estados Unidos, madre e hija, gracias a la mediación de Washington y del emirato de Catar. Son Judith Tai y Natalie Shoshana Raanan, dos israelíes con pasaporte de EEUU que fueron transferidas a la frontera con Israel a través de la Cruz Roja y han sido trasladadas a una base del ejército israelí donde las esperaban sus familiares.

Hamás ha reiterado que hay otros 250 secuestrados, varios de los cuales han fallecido durante los intensos bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza. Se calcula que el ataque de Hamás dejó unos 1400 israelíes muertos, mientras que al respuesta de Benjamín Netanyahu ha provocado 4000 fallecidos.

La guerra de Gaza ha dado protagonismo en la actualidad española a una operación anti yihadista de la Policía española que ha detenido a cuatro jóvenes muy radicalizados, absorbidos por las redes sociales, en las que se dedicaban a hacer propaganda de la guerra santa islámica. Habían encontrado en el internet profundo instrucciones para fabricar el terrible explosivo llamado la “madre de Satán”.

Un explosivo que en su día sonó con motivo de los atentados de Barcelona. Estas personas tenían un núcleo violento. Los arrestos han tenido lugar en Huétor Tájar, en Granada, donde estaba el cabecilla del grupo, al que llamaban el califa; Cubelles en Barcelona y Madrid. Solo uno de ellos trabajaba, el resto vivía de sus familias.