"Sánchez se pasó tres pueblos llamando colaboracionista nazi a Feijóo. Ni Vox es nacionalsocialista ni el PP colaboracionista. Un respeto a la historia"

¡MUY BUENOS DÍAS ESPAÑA! BIENVENIDOS A FIN DE SEMANA DE LA CADENA COPE, TE ESTÁBAMOS ESPERANDO. Somos el equipo que te acompaña sábados y domingos y, en nombre de todos nosotros, te saluda Cristina López Schlichting. 

Antes de nada voy a decirte que el Papa Francisco ha pasado buena noche. Es el último parte, el de esta mañana a las ocho, sobre un hombre que ha abierto las puertas de la Iglesia al mundo entero y ha emprendido una revolución de cambios. La noticia sucede a la alarmante crisis de ayer que exigió una transfusión de sangre y el suministro de oxígeno.

Y ahora sí podemos pasar a decirte que la semana se presenta, como bien nos explicó ayer el director del Laboratorio del Clima de la Universidad de Alicante Jorge Olcina, con nubes y claros.

Hoy hay elecciones en Alemania, en un momento delicadísimo del continente donde los EEUU nos han dejado solos y es preciso un liderazgo que impulse el rearme de la Unión Europea. Parece que va a ganar con un 30% de los votos la CDU, el partido equivalente al PP, y que los socialistas y los verdes van a sufrir un duro castigo y la pregunta es cómo gobernar porque se ha hecho un cordón sanitario en torno a la ultra derecha de Alternativa para Alemania, empeñada en suspender la ayuda a Ucrania, apoyar a Vladimir Putin y en hacer deportaciones masivas de emigrantes. 

El ambiente es muy tenso porque cada atentado islamista refuerza las posiciones electorales de este partido y el recelo de las personas hacia los extranjeros, y este fin de semana ha habido otros dos atentados. El viernes un refugiado sirio apuñaló a un turista español en el monumento al holocausto, pensando que se trataba de un hebreo. El agresor, que tiene 19 años, dijo que quería matar judíos. 

Y ayer Emmanuel Macron confirmó otro atentado terrorista islámico en Mulhaus, en el este de Francia, donde un agresor argelino, de 37 años se lanzó cuchillo en mano y dando alaridos de “Alá es el más grande” con un trabajador portugués de 69 años que falleció. Un policía fue herido de gravedad, apuñalado en el pecho, y otros dos agentes resultaron con heridas leves. El asesino detenido estaba fichado como islamista peligroso.

En este confuso panorama europeo, con los partidos extremistas cerca de llegar al poder en Francia y Alemania, Pedro Sánchez acude mañana a visitar a Volodimir Zelenski en Kiev. El presidente democrático está viendo mermada su legitimidad por los tremendos ataques de Donald Trump, que ha llegado a decir que es un dictador. 

Resulta incomprensible el cerrado apoyo norteamericano a Putin, que lleva 25 años en el poder ininterrumpidamente y tiene con su pueblo métodos que recuerdan a la época soviética e incluyen el asesinato de sus oponentes. Es una pena que nuestro presidente, que hace bien en ir a Ucrania, aproveche para hacer campaña con métodos mezquinos. En pleno ansia, en el mitin de ayer en Palencia se pasó tres pueblos al llamar colaboracionista nazi a Feijóo.

Vamos a ver, ni VOX es nacionalsocialista ni el PP colaboracionista nazi. Esto son palabras mayores. Habría que tener un respeto a la historia. Un hombre acorralado por su situación judicial, con la familia y el fiscal general en los tribunales, no debe aprovechar la política europea para intentar limpiar sus vergüenzas. Precisamente, el que gobierna con los aliados de Putin es él, que tiene a Sumar y a Podemos entre sus colaboradores más cercanos. A mí, personalmente, me dijo Pablo Iglesias en una tertulia que la caída del muro de Berlín era una lástima y que el poder soviético era un bien que se había perdido. Como lo oyes.

Precisamente el fiscal general del estado, que filtró información fiscal confidencial del novio de Isabel Díaz Ayuso, intenta zafarse de la condena estos días desautorizando el registro de su despacho y de sus móviles por parte de la policía judicial. Como el Supremo ha dicho el viernes que ese registro era correcto y necesario, el diario 'El País' avanza que ahora Álvaro García Ortiz va a recurrir al Constitucional, donde está su amigo Conde Pumpido, para que le proteja. Es todo vergonzoso.

En Andalucía, en Granada, donde se ha nombrado a dedo este fin de semana a María Jesús Montero como candidata del PSOE, la estrella invitada al congreso de Armilla fue José Luis Rodríguez Zapatero. La imagen de ambos sonrientes, no pude ser más viejuna, porque los dos son antiguos dirigentes de la casta socialista que fue expulsada del mando en Andalucía después de 40 años en el poder. ¿Cómo proponen volver a la Junta? Obedeciendo a los que mandan. Las llamadas a la lealtad y a mantener prietas las filas fueron constantes.

En Orihuela se produjo ayer un escrache contra Carlos Mazón. El presidente Valenciano acudía a la localidad a un acto convocado por el PP en defensa de la libertad educativa y el derecho de los padres a elegir tanto el valenciano con el español en las consultas que se van a celebrar para elegir la lengua de enseñanza. 

Recordemos que el tripartito hizo de la batalla lingüística un caballo de lucha política, al estilo de Cataluña. Cuando los del PP salían de una cafetería un grupo de manifestantes rodeó a Mazón llamándolo asesino y gritando “Mazón al paredón”. El presidente de la Generalitat tuvo que ser escoltado por la policía.

Y antes de terminar este editorial tengo que hacer un servicio fundamental a la verdad. Hoy he aparcado mal en el parking de COPE. Y los oyentes me dirán, pero... ¿Cómo es posible, si sabes que Paco González te está vigilando? Bueno, calma, calma. La razón es que he ocupado otra plaza porque he dejado el espacio de la mía libre para poderla medir bien.

Sabéis que el director de Tiempo de Juego se reclama como mejor aparcador que yo, sin tener en cuenta que mi plaza es mucho menor que la suya y que, encima, tienen una columna. Por amor a la verdad, que es el lema de COPE (la verdad os hará libres) hemos medido ambas plazas y ahí va el resultado. Para que quede claro que hay señores y siervos, señoritos y mozos. O mejor dicho, moza.

La plaza de Cristina López Schlichting mide 2,07 metros de ancho. La de Paco González 2,90. Son 83 centímetros de diferencia a su favor. De largo, la plaza de Cristina mide 4,40 y la de Paco 5,80. Hay un metro y diez centímetros de diferencia. Eso no disculpa la torpeza de Cristina al haber golpeado el coche de Casquero, ahí van de nuevo mis disculpas, pero sí el hecho de que resulta tan difícil aparcar en mi plaza.

Tanto es así que a veces cedo a la tentación, sobre todo si vengo con prisas y siempre que el garaje esté vacío, de dejar descolocado, en efecto, mi coche. Reitero mi desafío oficial. A ver si Paco González es capaz de meter su coche en mi espacio en el mismo tiempo que en su holgada plaza. Si lo hace, le invito a comer en Horcher.