
"Después de romper comercialmente con medio mundo, Elon Musk defiende ahora crear una zona de libre comercio entre EE.UU. y Europa con aranceles nulos. Es alucinante"
Cristina López Schlichting, directora de Fin de Semana, repasa la actualidad del el panorama nacional e internacional
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¡MUY BUENOS DÍAS ESPAÑA EN ESTE 6 DE ABRIL QUE CAE EN DOMINGO Y ES EL PRIMERO DEL MES PRIMAVERAL! Te saluda Cristina L. Schlichting en nombre de todo el equipo que te acompaña sábados y domingos de 10:00H a 14:00H.
Hace un tiempo más claro, aunque en muchos lugares han bajado las temperaturas este fin de semana. Por el contrario, en Levante y Murcia rozan los 25 grados. Para la semana que entra, estabilidad al principio y, con toda probabilidad, la borrasca Olivier en el horizonte.
Fin de semana de manifestaciones. Parece mentira que los médicos, a los que tanto debemos y tanto necesitamos, tengan que salir a las calles a pedir ayuda. 5000 facultativos pidieron ayer cosas insólitas. Por ejemplo, el fin de esas guardias interminables que hacen imposible que un ser humano pueda rendir en una profesión tan delicada. O la posibilidad de que, dado lo poco que ganan, pueden abrir una consulta privada por las tardes.
Han exigido que no se los incluya en el documento marco impuesto por el gobierno y que los iguala con el resto de los profesionales sanitarios, como ordena la ministra de sanidad Mónica García. Piden un texto propio que recoja las condiciones laborales particulares de la profesión médica. Los doctores se están yendo de España porque no somos capaces de cuidarlos como merecen.
También hubo miles de manifestantes en 40 ciudades españolas por el problema acuciante de la vivienda. El sindicato de alquileres llamaba a una huelga de pagos a los caseros y señalaba a los propietarios y al Gobierno. Piden que bajen los precios de los arrendamientos, que se generalicen los contratos indefinidos, que se obligue alquilar las viviendas vacías, que se prohíban los grupos que ayudan a desocupar casas o que se liquide la especulación.
Suena todo bastante estatalista, y a veces estas cosas salen al revés, porque cuanto más dificultas el alquiler y fomentas la ocupación, menos salen los pisos al mercado, pero lo cierto es que los jóvenes tienen que pagar 500 euros por una habitación y las familias hacinarse en pisos patera y la situación es penosa.
Y en Estados Unidos, en este domingo de resaca después de la subida de aranceles que ha desatado el pánico en todo el mundo ante el peligro de una gran recesión económica, han empezado las manifestaciones en EEUU. 1200 protestas en las principales ciudades, que según los organizadores han concentrado a medio millón de personas. Por ahora, en cabeza van sobre todo los empleados públicos despedidos por Elon Musk en su recorte de la administración. También inmigrantes que temen la deportación.
Los carteles llevaban pingüinos, que se han convertido en el lema anti Donald Trump, recordando que algunas de las subidas de aranceles afectan a islas desconocidas donde no hay población humana, Las pancartas rezaban “No al gobierno de los mil millonarios” o “Defendemos a América ¿Y quien nos defiende a nosotros?”- términos como fascista y nazi comienzan a parecer con frecuencia en pancartas y cánticos, lo que inusual en los EEUU.
Hay que pensar que los fascismos hicieron justo lo contrario, defender los sistemas estatales y aumentar el número de funcionarios. Si algo tenía importancia en aquella época eran los ministerios. Supongo que es un contagio generalizado de las izquierdas mundiales este lenguaje impropio.
Para sorpresa general, y después de romper comercialmente con medio mundo y con la Unión Europea, Elon Musk precisamente defendió ayer resolver todo esto mediante la creación de una zona de libre comercio ente EEUU y Europa, una especie de mercado común norteamericano europeo con aranceles nulos y relaciones económicas sin trabas. Lo ha dicho en una intervención por videollamada durante el congreso de la Liga Italiana, organizado por el partido de Mateo Salvini.
Justamente para afrontar la guerra arancelaria, Pedro Sánchez, al que las crisis como el Covid y la Dana le vienen de miedo, ha anunciado que va a organizar un gabinete de crisis con los ministros Cuerpo y Planas y los técnicos de la Rocha y Aparici.
Como la amenaza no viene solo de la batalla comercial por el oeste, por los EEUU, sino por la guerra del este y el órdago de Vladimir Putin, el Consejo de Ministros aprobará el martes una modificación presupuestaria para aumentar en 2000 millones el gasto de defensa. Lo confirmó ayer la ministra de Hacienda -no la de Defensa, que sigue tapada por pedro Sánchez- en una manifestación por la sanidad en Sevilla. María Jesús Montero ha explicado que se hará una transferencia de crédito al Ministerio de Margarita Robles.
Esta forma tan extraña de subir los gastos del ejército es para que la opinión pública más pacifista no se soliviante. El presidente ya dijo en Bruselas que no quiere hablar de gasto en defensa o militar, y que prefiere decir, seguridad. En el movimiento se incluye ningunear a la oposición, como si la defensa de España no fuese motivo para implicarnos a todos. En la mañana de Fin de Semana se lo contaba a Fernando de Haro, Juan bravo, vicesecretario de economía del PP.
Y antes de que termine la semana me gustaría manifestar mi estupefacción por lo ocurrido en torno al Valle de Cuelgamuros, el antiguo Valles de los Caídos. Hubo algunos grupúsculos que se juntaron en la puerta de la sede de los obispos españoles, la Conferencia Episcopal, entre otras cosas para insultar y llamar traidor al arzobispo de Madrid, José Cobo. Pensé al principio que serían algunos de Podemos o de Sumar, que más de una vez han comentado que desearían derribar la gran cruz que preside la basílica. Pues no, no era de ultraizquierda.
Para mi asombro eran gente que se dice católica. Como la Santa Sede y José Cobo acaban de conseguir que el gobierno del PSOE renuncie a una de sus principales reclamaciones, que era expulsar a los monjes benedictinos del Valle y cerrar la basílica al culto la cosa se entiende muy mal. Bueno, al parecer lo que les molesta es que el Gobierno haga un museo en el que explique la guerra civil. Protestan contra la llamada resignificación de Cuelgamuros.
Es raro que no vayan a Moncloa, porque el Valle es propiedad del estado. Fue un jefe del estado, Francisco Franco, quien lo construyó y es una jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, quien lo quiere modificar. A los obispos, repito, les cabe el haber logrado en las negociaciones que el templo siga siendo un lugar de oración por la paz y la reconciliación, que es lo que siempre ha sido.
Me extraña que los manifestantes alcen la bandera del catolicismo porque a los católicos se nos educa en el respeto al papa y a los obispos, sobre todo cuando nos defienden. Esto de atacar a la Iglesia era propio de otros sectores anticlericales.