"¿Qué me ha parecido el discurso de Navidad del Rey? Pues que, por fin, escuchaba a un tío normal"

La directora de Fin de Semana de COPE analiza la actualidad política y social del país el último fin de semana del año

- 3 MIN

      
      
             
      

¡MUY BUENOS DÍAS ESPAÑA! Te saluda Cristina López Schlichting en nombre del equipo de Fin de Semana. Es 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, en que se recuerda que el rey Herodes mandó matar a los niños menores de dos años porque buscaba acabar con Jesús, que creía que le iba a hacer sombra como rey. Una historia más de políticos corruptos y malos. Hay que ver cómo se repite todo.

En este último fin de semana de 2024 habrá cielos despejados, heladas y nieblas, pero atención llega una masa de aire más fría para Nochevieja, así que tendremos que preguntar a Jorge Olcina a las 11 de la mañana. Es inevitable que comencemos el programa con villancico y con el villancico que toca: el Tamborilero.

A punto ha estado el cantante de darnos un disgusto en Navidad. Se dijo que había padecido un ictus, pero Raphael tiene un linfoma cerebral primario y se ha marchado a casa, para empezar tratamiento. Me ha conmovido la reacción de la gente ante la enfermedad de un hombre que solo nos ha dado alegrías, una vida sencilla, entregada al arte, que ha alfombrado las mejores estampas de nuestro camino. Desde aquí, un mensaje de ánimo para él y su maravillosa mujer, Natalia Figueroa, muy querida por este equipo, y nuestro deseo de que tire adelante con fuerza. Los hombres buenos tienen el don de demostrarnos que la vida es sencilla.

Por eso, exactamente por eso, ha gustado el discurso del rey en Nochebuena. ¿Qué me ha parecido? ¿Queréis saberlo de verdad? Pues que por fin oía a un tío normal. Si se me permite la irreverente expresión. Felipe VI hizo el discurso del sentido común, el que oigo en la calle. Sus temas son los nuestros. Lo que nos importa, en primer lugar, son las inundaciones y sus víctimas. Después, la vivienda, la emigración, la economía. Hay una distancia enorme entre lo que necesitamos y lo que ocupa las discusiones políticas.

A los españoles nos ha escandalizado que, en plena tragedia, en lugar de poner todos los recursos de inmediato, a una, sobre el terreno, se pusiesen unos, a decir que los que tenían que pedir ayuda eran las víctimas y, los otros, a despistarse con asuntos de menor importancia, sin enterarse de lo que pasaba. Nuestras instituciones no han estado a la altura, nuestros voluntarios, sí. Y no ha sido por falta de medios en España, ha sido porque no se ha estado a lo que se tenía que estar. Eso se llama falta de altura moral.

Es la semana más vacacional de estas Navidades, entre Nochebuena y Año Nuevo, y Pedro Sánchez la pasa en la maravillosa estación de esquí de Cerler, con su familia. A ver si descansa y despeja la cabeza, porque hay que ver las cosas que estamos viendo. Entre la amnistía de Puigdemont, la financiación especial de Cataluña, la excarcelación de etarras y los escándalos de corrupción de su mujer, su hermano, su ministro Ábalos y el fiscal general, tenemos este año para rato.

      
             
      

Ayer lo señalaba el jefe de la oposición. Alberto Núñez Feijoo, dijo que 2025 estaría marcado por el cerco judicial a Sánchez. De hecho, lo primero que le espera al presidente Sánchez es la comparecencia de su hermano ante los tribunales y la de la fiscal de Madrid, Almudena Lastra, que tiene en su móvil los WhatsApps que el fiscal general borró de su teléfono y que revelan que utilizó políticamente su cargo para difundir información prohibida del hermano de Isabel Díaz Ayuso.

Repito, ¿Qué tiene todo esto que ver con la vivienda, el paro juvenil, la integración de los emigrantes, la inflación? La respuesta del ministro Óscar Puente, en declaraciones a Onda Cero, ha sido que “tanto el Tribunal Supremo como el país entero y los medios de comunicación bailan al son que marca Isabel Díaz Ayuso”.

¿De verdad, de verdad es esto lo que pasa? Porque Pedro Sánchez acaba de confirmar que piensa reunirse con Puigdemont, con el fugado de la justicia, para negociar entre otras cosas los presupuestos nuestros. Insisto, aquí el cuerdo es el Rey.

Temas relacionados