Schlichting: "Tristísimo ver crecer la desunión y el enfrentamiento, ¿no tenemos bastante con 29.000 muertos?"
- 5 MIN
¡MUY BUENOS DIAS ESPAÑA! Y ya podemos decir, con un mes de anticipación, que es verano, porque de nuevo tendremos excelentes temperaturas. 37 grados en Sevilla, 36 en Córdoba y, mucho más templado por arriba, con 21 grados en Bilbao y 23 en Barcelona. Día de playa, que ya abren en fase 2 en todo norte y en buena parte de Andalucía y Murcia, lo que permite baños, tanto en piscinas como en costas, con el aforo reducido, eso sí, y la distancia preceptiva entre las personas. Los alcaldes se las están ingeniando para garantizar la seguridad.
Los territorios que empiezan mañana en la fase 2, o que estaban en ella, el 47% tendrán uso completo de hoteles, con zonas comunes, y centros comerciales, al 40 por 100. Las escuelas no se reanudarán hasta septiembre, con la excepción de la etapa infantil, hasta los seis años, si los padres trabajan y, a partir del 25 de mayo, para los alumnos que terminan el ciclo educativo medio, de forma voluntaria y en grupos de 15. También se abrirán los centros de educación especial y se harán las pruebas de acceso a la universidad.
La gente se pregunta si podrá veranear. Bueno, no se podrá cambiar de provincia hasta la fase 3, en el mejor de los casos a partir del 22 de junio y sólo entre territorios que estén en la misma fase. Para los viajes por el extranjero el Gobierno habla de julio, de forma genérica y sin dar fechas. Depende también de lo que decidan los socios europeos. España no lo ha puesto fácil decretando cuarentena para los extranjeros que decidan disfrutar del turismo español. La cosa ha tenido ya consecuencias y en Francia nos han aplicado, a españoles y británicos, los mismos 14 días de cuarentena, así que por ahora olvidaos de ir a París.
Por fin nuestros ancianos de las residencias podrán recibir visitas, pero sólo en la fase 2, si no hay cuarentenas ni enfermos confirmados en el centro y por parte de una sola persona por residente. Muy triste su situación.
Y una novedad alegre para mañana, en todas las fases, que se recoge en el BOE. Se acaban las limitaciones de número de personas en paseos. Desde mañana podremos pasear con amigos y familiares, hasta diez personas en fase uno y 15 en fase 2. No tenía sentido poder ir a las terrazas juntos y no poder deambular en grupo.
El acontecimiento del sábado fueron las manifestaciones convocadas por VOX por toda España. La de Madrid, en coche, colapsó la capital. Los vehículos llenaron la Castellana, la principal arteria central, desde Plaza de Castilla a Colón. Los organizadores lo consideraron un éxito.
No todos los manifestantes eran de VOX. La convocatoria recogió buena parte del descontento generado por los gestos estatalistas del Gobierno con Podemos y, en particular, el acuerdo de esta semana con Bildu.
En general las manifestaciones discurrieron con calma, aunque no en todos los casos se mantuvieron las distancias de seguridad. Desgraciadamente hubo algún caso de violencia. La policía ha abierto una investigación en Jaén para identificar al autor de unos disparos de escopeta de aire comprimido, que no alcanzaron a nadie, contra un coche que participaba en la marcha convocada por Vox. Una personas en Madrid sufrió rotura de mandíbula por las agresiones de individuos de extrema izquierda y, en Pamplona, un matrimonio fue preseguido por elementos abertzales que les amenazaron en nombre de ETA. En otro episodio lamentable un compañero, un reportero gráfico de La Razón, fue agredido por los manifestantes en Madrid, que el impidieron hacer su trabajo.
Es tristísimo, la verdad. Yo era de aquellos tontos que pensábamos que todo esto nos uniría como país, que la solidaridad y los aplausos a los sanitarios expresaban un amor colectivo y un deseo de caminar y mejorar juntos. Es tremendamente doloroso ver cómo crece la desunión y elementos extremos se enfrentan en las calles. Tenemos la economía hundida, muchos problemas de las familias para sobrevivir, el virus regresará en otoño con mucha probabilidad, nos preguntamos cómo atraer a los turistas, hemos perdido a 29.000 de los nuestros ¿es que no tenemos bastante?
Para intentar compensar el ruido de la calle Pedro Sánchez se reservó para su comparecencia cuatro anuncios fundamentales. El ingreso mínimo vital, el turismo en fecha indefinida de julio, la vuelta del fútbol el 8 de junio y el anuncio de un largo luto nacional, a partir del martes, durante diez días con ceremonias encabezadas por el Rey.
El ingreso mínimo vital es la medida más cara, unos 3000 millones de euros. Se aprobará este martes y se cobrará ya en junio, en cantidades dependiente sdel número de miembros del hogar. Beneficiará a unos 850.000 hogares. Eso son unos dos millones y medio de personas subsidiadas. La medida viene a paliar la desesperante situación de personas en paro por las dificultades de tantos sectores, pero hay quien recela, no sin razón, del intento de generar una población cautiva, que asegure el voto en adelante por la vía del subsidio.
Al presidente se le preguntó por el escándalo de los pactos de esta semana con Bildu. Echó la culpa al PP, por no pactar la prolongación del estado de alarma y dijo que la reforma laboral no era buena.
Dio respuestas imposibles sobre las posiciones antitéticas de los que dicen en el Gobierno que la derogación de la reforma laboral será parcial, como Nadia Calviño, y los que afirman públicamente que será total, como los representantes de Podemos. Dice que no hay contradicción ninguna.
El presidente reiteró que se hará con diálogo social, pero es sabido que los empresarios han suspendido las negociaciones con el Gobierno tras la decisión unilateral y drástica.
La comparecencia de Pedro Sánchez, que ya se ha convertido en rutina los sábados a mediodía, empezó con un tono almibarado y muy conciliador pero terminó con afirmaciones muy contundentes.
Supongo que era una indicación a las calles, para que caceroladas y manifestantes abandonen toda esperanza de derrocar al Gobierno, en efecto. Daba toda la impresión de que con las pagas sociales, el anuncio del veraneo y el fútbol, Pedro Sánchez quería despedir el asunto de las protestas y tranquilizar a todo el mundo antes de mandarnos de vacaciones.