Cristina L. Schlichting: "España está atrapada en el juego de las potencias mundiales"

La directora de 'Fin de Semana' ha analizado el Congreso del Partido Comunista de China y cómo nos afecta además de otras cuestiones de actualidad nacional e internacional

Video thumbnail
00:00

Cristina L. Schlichting

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

¡Muy buenos días España! Es domingo 16 de octubre. Bienvenido, si te incorporas ahora, a la cadena Cope y a tu programa, Fin de Semana. Te habla, en nombre de todo tu equipo, Cristina.

Hace temperatura primaveral, sobre todo por el día. Llueve en el oeste de Galicia, de la meseta y en el noroeste de Extremadura. Pero no se esperan grandes cambios.

Dos mujeres han ganado ayer los premios Planeta. La muy popular, Luz Gabás, autora de éxitos como “Palmeras en la Nieve”, se ha llevado el galardón principal. Su novela se titula “Lejos de Luisiana”. La finalista es Cristina Campos con “Historias de mujeres casadas”. Ambas nos visitarán a lo largo del programa y charlaremos con ellas de libros, literatura y lo que nos ofrecen para los días de sofá y manta.

Podría contarte que el Gobierno ha presentado por primera vez un doble presupuesto a la Unión Europea, con dos escenarios económicos diferentes, y que el que no conocíamos prevé una recaudación de impuestos mayor que la anunciada, de 24.000 millones de euros. Dinero importante en un año electoral. También decirte que Alemania ha desmentido a la ministra Margarita Robles, que afirmó que no se había contado con nosotros para el nuevo escudo antimisiles. Berlín reitera que el proyecto está abierto a España. Supongo que el PSOE, sencillamente, no quiere disgustar a sus socios de Podemos en este año en que vamos a las urnas, aunque sea imprudente descuidar la defensa con un vecino como Putin.

Sin embargo todo esto, tan cercano, no te afecta tanto como el lejano congreso del partido comunista de China. A veces nos enfrascamos en materias parlamentarias o electorales y olvidamos el horizonte. Y ocurre que el horizonte no está tan a trasmano como creemos.

En el mundo se está desarrollando una compleja partida de ajedrez que nos afecta directamente. A ver si soy capaz de explicártelo. Cuando Rusia invadió el país vecino, Ucrania, todos los europeos nos sobresaltamos. No pensábamos que en el siglo XXI una nación vecina pudiese asaltar a otra impunemente.

Ahora nos hemos acostumbrado a esta guerra de desgaste, que está hundiendo nuestras economías y generando un enorme desplazamiento de refugiados. Sin embargo, lo que para nosotros en el UE es definitivamente desastroso, no lo es tanto para otros. Estados Unidos y China, que forcejean por el poder mundial, miran el conflicto de otra manera. Durante las décadas previas Rusia crecía económicamente y Vladimir Putin planteaba un desafío emergente, de estilo imperialista. Las empresas rusas se hacían fuertes en África y Asia y las decisiones de Moscú causaban alerta. Ahora, el oso ruso está enfangando en un conflicto sangriento del que no sabe salir. Los ejércitos ucranianos humillan a los rusos, que tienen que emplear dinero y armamento en una guerra que no tiene final cercano. Por otra parte, el dirigente ruso se ha embarcado en tal carrera de endiosamiento personal que le resulta imposible parar el tren y reconocer una derrota. El escenario es perfecto para los que quieren ver debilitado al enemigo ruso.

Estados Unidos, cuyas fábricas de armas se benefician de la guerra, ha visto como la partida a tres que jugaba con China y Rusia se está simplificando. Y a China le ocurre igual. Con el flanco de Moscú debilitado, sus movimientos mundiales son más libres. Así que fíjate, la guerra de Ucrania ha cambiado la historia del mundo en el que vivimos, donde Washington y Pekín juegan una partida de proporciones mundiales.

A nosotros nos afecta muy directamente, no sólo por la paulatina decadencia europea, que nos deja más débiles. También porque dependemos de Estados Unidos en nuestras relaciones con Marruecos o porque nuestros intereses en Iberoamérica tienen que ver con los tira y afloja de las grandes potencias. Sino porque los suministros electrónicos nos hace dependientes de China.

¿Qué se decide en Pekín en estos dáis del Congreso Comunista? La forma y la potencia del poder chino. Ya sabes que Xi Jinping ha quitado el límite de dos períodos de cinco años que existía para liderar el partido comunista chino. Eso significa que será reelegido y que puede convertirse en una especie de dictador vitalicio. Eso tiene ventajas para él, pero entraña riesgos del estilo de los que han sufrido los rusos. El poder omnímodo tiende a pudrirse, al estilo Mao Tse Tung. ¿Va China hacia un régimen con culto a la personalidad? Lo veremos estos días. Xi Jinping es extremadamente poderoso, pero también presenta debilidados. La economía imparable del gigante presenta debilidades por los impactos socailes del covid y de la durísima política empleada para contenerlo. Los impactos sociales d ela pnademia han provocado frustración. Y los simulacros militares del mes pasado en torno a Taiwan también han causado preocupación, a pesar del apoyo general a la unificación de China con Taiwan.

Para ganar la batalla planetaria China tendría que seguir creciendo económica y militarmente y eso tiene mucho que ver con quién mande allí y cómo. Veremos qué ocurre.

Programas

Último boletín

12:00H | 23 NOV 2024 | BOLETÍN