Schlichting: "¿Cómo es posible, en el siglo XXI y después de Stalin, que haya gente que crea en el comunismo?"

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¡Muy buenos días España! Hay cosas, hay cosa que una no entiende. Que le dejan perpleja. Que le hacen preguntarse qué habremos enseñado a los niños en las escuelas. Por ejemplo, por ejemplo, cómo es posible, en el siglo XXI y después de Stalin, que haya gente que siga creyendo en el comunismo. Es más, que se proponga siquiera como modalidad de estado. Con lo que contó Solchenitsin de lo que pasó personalmente en los gulags, los campos de concentración soviéticos. Con el genocidio que hubo en Camboya. Con la persecución de las personas en Checoslovaquia en el 68, en Hungría en el 56, en Polonia, en Bulgaria. Mira, te voy a contar una historia personal. Tengo un cuñado nacido en la RDA, la Alemania comunista del Este, que tuvo la desgracia de nacer en una familia cristiana. Una vez al año, cuando regresaba del colegio, se encontraba a su madre sentada en el salón con unos señores con traje, muy serios, que iban preguntándole cosas. Por ejemplo, qué pensaba del desarme, o de las negociaciones de paz entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Eran los señores de la Stasi, los servicios secretos, vigilando a los ciudadanos sospechosos de no someterse a los intereses del partido comunista.

Cómo es posible, en el siglo XXI y después de Stalin, que haya gente que siga creyendo en el comunismo

De pensar distinto, vamos, de no someterse al miedo colectivo. Por esa diferencia, mi cuñado nunca pudo acceder a la universidad. Para las carreras había cupos y en los cupos no entraban los que no tenían carnet del partido. Cuando cayó el muro de Berlín, mi cuñado y millones de alemanes pudieron por primera vez pasar al lado occidental para comprarse un plátano o una naranja, que no los había en los mercados comunistas, o viajar al extranjero, más allá de las lindes soviéticas, o aprender inglés, que lo que era obligatorio era el ruso. La alegría de lo que pasó en 1989 con el Muro, que no hace tanto, se nos ha quedado bastante grabada a muchos.

El miedo, el miedo como motor de la Historia. ¿Pero quién es Pablo Iglesias? ¿De dónde sale? ¿Qué hemos hecho de la universidad? ¿Cómo se puede hablar con tanta ligereza, con tanta frialdad, del terror que paralizó los corazones en la Unión Soviética desde 1917 hasta 1989, que son 70 años, que se dice pronto. Que el horror de Hitler duró doce años, del 33 al 45. Qué fácil es hablar cuando nadie se te ha sentado en el salón sin ser invitado, cuando se te niega el acceso a los libros amados, cuando se te persigue por pensar distinto.

EL CÓDIGO ÉTICO DE PODEMOS

Desde 2013 ha pasado mucho tiempo y han ocurrido muchas cosas. Pablo Iglesias y su partido se han hecho conocidos y han sido votados. Este señor en vicepresidente de España. Ha dejado su barrio obrero y se ha ido a vivir a una casa estupenda en una zona residencial, con un río que pasa por su jardín. Su mujer y él se han hecho con un capital de un millón seiscientos mil euros, pagados todos por los contribuyentes. Y ahora se plantea gobernar la capital de España y para ello ha dejado su cargo en el Gobierno nacional y ha pedido una indemnización de 5000 euros por ello. Ay madre, quién te ha visto y quién te ve. Dicen los estatutos de Podemos en su código ético que los cargos políticos, leo literalmente de la página 12 “tienen obligación de no percibir ninguna remuneración ni cesantía de ningún tipo una vez finalizada su designación”. Ay madre, qué distinto es ver los toros desde la barrera, hablar del Muro de Berlín desde el calor de las aulas. Esto de las dachas, de las villas de recreo en el campo, no es nada nuevo. Cada mandatario comunista tenía la suya, yo las he conocido por ejemplo en el Mar Negro, junto a la playa.

A MADRID EL 'MIEDO NO LE GUSTA"

Se conoce que Pablo Iglesias ha querido seguir la tradición. La cuestión, y he aquí mi consuelo, es que hoy salen encuestas en ABC sobre las elecciones del próximo mes en Madrid y me parece a mí que el vuelo de este mochuelo es muy bajo. Podemos empezó como la esperanza de mucha gente que se lanzó a las calles deseando que la política dejase de ser una forma de ganar dinero, un patio burocrático y cerrado. Querían dar ideas para mejorar la sociedad, abrir las ventanas del debate social. Y ha pasado lo de 1917, que hay quien se ha subido a las justas esperanzas de los demás para construirse un sólido bienestar personal . A costa del miedo. Ensalzando públicamente el miedo. Bueno, pues los encuestados madrileños han decidido que el miedo no les gusta. De acuerdo con este sondeo, Podemos queda como último partido de la comunidad, con apenas el 5% de los votos, y 10 escaños. Por detrás de todos los demás partidos. Vox recabaría 12, Más Madrid, 17, el PSOE 33 y el PP casi el doble, 62. Ayuso y Monasterio, dos candidatas mujeres, superarían juntas en 5 diputados la mayoría absoluta necesaria para gobernar. Iglesias sale como el candidato peor valorado por los encuestados, con un 2,4 de nota.

Los encuestados madrileños han decidido que el miedo no les gusta

2,4 sobre diez, ojo. No me gusta centrarme demasiado en lo que pasa en Madrid, porque tú que vives en Huelva, en Extremadura, en Valencia, en San Sebastián o Barcelona no tienes por qué estar en el 'chou chou' de la política local, pero esto que pasa aquí esta vez tengo para mí que es expresión, punta de lanza, de un rechazo general a la hipocresía. A la hipocresía de los que llaman a la lucha desde su sofá. De los obreros de aula universitaria. De los que hablan de la historia cruel sin haber pasado por ella. No Iglesias, hay otra forma de hacer las cosas. La unión de las personas puede hacer la fuerza, pero no por la violencia ni el miedo, sino por la justicia y la razón. Y hay muchos corazones capaces de procurar el bien social porque lo desean para los otros y para sus familias, por amor al hombre y a su dignidad. Mi querido amigo, o mucho me equivoco o vas a tener que buscar trabajo al otro lado del muro, justo en los países que representan ese miedo que tú reivindicabas.

La posibilidad de contraer el covid es estadísticamente muy superior a la de sufrir cualquier remoto efecto secundario de la vacuna

LLEGA JANSSEN

Y viene a España la vacuna de Janssen, la de Johnson and Johnson. Cinco millones de dosis nos van a mandar, a ver si le damos un empujón a esto de las vacunaciones tras la confusión y el caos. Ayer escuchábamos aquí el sobrecogedor testimonio de una señora de 64 años que salí de una sedación de 31 días y que ha quedado como una anciana de 90, Lourdes Andrade. Seguro que dentro de tres meses los pulmones de Lourdes han recuperado su capacidad, sus piernas tiran bien y su temor a salir a la calle es un recuerdo, pero su testimonio nos avisa de que la posibilidad de contraer el covid es estadísticamente muy superior a la posibilidad de sufrir cualquier remoto efecto secundario de la vacuna.

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Andador y papillas a los 64 años por culpa de la Covid

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