Schlichting: "Hay que tener poca vergüenza para sugerir que Iceta visite a los golpistas"

Si alguien soñaba con que la nominación de Miquel Iceta como presidente del Senado podía constituir un puente entre independentistas y constitucionalistas estaba muy equivocado. El gesto, muy descortés porque se hizo cuando la cámara alta ni siquiera está constituida todavía, en la línea de Pedro Sánchez de asumir todas las funciones y sustituir a todo el mundo, ha proporcionado al nacionalismo la posibilidad de volver a chantajear al Gobierno pidiendo que Miquel Iceta, que antes necesita ser elegido senador por el Parlamento Catalán, deberá visitar a los presos golpistas si quiere los votos separatistas.

El otro día se podía haber votado ya en el Parlamento catalán la cuestión de Iceta, y si el nacionalismo quería rechazar la iniciativa de Sánchez hubiera podido hacerlo. Pero se han dado una semana. ¿Qué no se estará negociando por debajo si por encima se pide que Miquel Iceta visite a los presos golpistas? Hay que tener vergüenza.

La exigencia de que el candidato a la cuarta autoridad del estado pague peaje en las cárceles de los del procés revela el problema de apoyarse en este sector independentista y que lleva a ser objeto permanente del chantaje. ¿Por qué no podía Sánchez nominar para el Senado a un socialista andaluz, por ejemplo? La elección de Iceta es toda una declaración de intenciones.

Más desapercibido ha pasado un vuelco gravísimo en Cataluña, donde el independentismo ha arrasado en la Cámara de Comercio de Barcelona. Los candidatos de la ANC, arriete del procés y del golpe del 1-O, han obtenido 32 de los 40 asientos y la mayoría absoluta total. El pleno está formado por 60 miembros de los que 14 son para grandes empresas que han pagado 75.000 euros y que con estos resultados perderán toda relevancia. Se trata de firmas como Abertis, el Banco de Sabadell, Mediolanum o Caixabank. Los ganadores, la ANC, ya han manifestado su intención de borrar a estas empresas del tejido catalán, impedirles utilizar el nombre de Cataluña o de Barcelona y fomentar una banca independentista que impulse la separación de España. El resultado de las candidaturas independentistas a la Cámara, es un auténtico terremoto en en el mundo empresarial se suma al auge del sindicalismo secesionista de la intersindical CSC. Se cumplen así dos grandes objetivos de la ANC de penetrar en todos los ámbitos sociales y económicos de Cataluña y en concreto en los ámbitos de representación empresarial.

La ANC, que acaba de tener el pasado domingo su Asamblea, ha llamado a otra declaración unilateral de independencia, tan pronto se sepan las sentencias para los golpistas. Además conmina a la población a la desobediencia civil para colapsar Cataluña.

Esta es la realidad de la autonomía. Un tejido social que se va transformando a toda rapidez, con 500 policías nacionales que han pedido su traslado del territorio, porque los bajos sueldos y la presión separatista les hacen la vida imposible y un Gobierno en Madrid que mira hacia otro lado y habla de diálogo mientras la mitad de los catalanes sufre en silencio un abandono que les impide apostar por sus ideas en público y van consolidando una mentalidad independentista fomentada desde las escuelas y las administraciones de la Generalitat.

¿Es que nadie se da cuenta de que en Cataluña no hay un problema de diálogo, sino de tolerancia? ¿Que solamente unas ideas son admitidas? ¿Que lo que hay es una partición de la sociedad donde solo unos están en la esfera pública y donde solo unos pueden manifestarse sin que otros los hostiguen?

Hoy hay encuestas en varios periódicos. De acuerdo con La Vanguardia, en Barcelona la situación es muy reñida. Ernest Maragall, por Esquerra Republicana sacaría una ligerísima ventaja a Ada Colau, pero sólo sumaría mayoría con ella. Los resultados se superponen a los del CIS, que daban de nuevo ganadora a la alcaldesa que esta semana ha dado plantón al rey en la inauguración del Salón del Automóvil de Barcelona. Menudo panorama.

En Madrid, de acuerdo con La Razón, habría una posibilidad de que un tripartito a la andaluza superase a la izquierda. Aunque los resultados del CIS de Tezanos daban un cambio de color en la capital, con la vuelta de la izquierda, llama desde luego la atención que la gran división de voto entre tres formaciones de izquierdas, Partido Socilista, Carmena y podemos no vaya a pasar factura a la izquierda y, en cambio, la fractura en tres de la derecha sí lo haga.

En el mapa nacional, ampliamente volcado hacia el socialismo, cabría una posibilidad también de pacto a la andaluza en Castilla y León, Murcia, La Rioja y Madrid. En varias plazas sería posible un acuerdo entre Ciudadanos y el PSOE que, según los datos hoy publicados por ABC, sería preferido por el electorado antes que un acuerdo con Podemos.