Beatriz Pérez Otín, sobre el drama migratorio en Europa: "No se puede dar la espalda a la gente"

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Es sábado 23 de diciembre… ¿Qué tal?¿Cómo llevas los preparativos en estas fiestas? Son unos días, estos, en los que andamos corriendo de arriba abajo, vamos como pollo sin cabeza: que si las compras de última hora para Nochebuena y Navidad, las cenas de empresa, el festival de los niños… Un día, este sábado, que tu mayor reposo será el de sentarte a comprobar si te ha tocado algo en la lotería: un reintegro, la pedrea…

Porque ya te digo, si fueras de los afortunados a los que les ha tocado el gordo… ¡Ya lo sabrías!

Este sábado ha amanecido con los cielos despejados en prácticamente todo el país, con alguna excepción en el norte. Un invierno anticiclónico, este que tenemos que nos deja durante la madrugada, temperaturas, extremas, muy frías, y que, sin embargo, cuando va avanzando el día, se templa. Así, en algunos puntos de la costa mediterránea, hoy se podrán rozar los 20 grados.

Recibe el saludo de Beatriz Pérez Otín en nombre de todo el equipo de Fin de Semana con Cristina López Schlichting. Si nos dejas, vamos a acompañarte durante toda la mañana de sábado… en la que quizá te pillamos camino del supermercado, para hacer las compras de última hora…

Esto es lo que nos contaba Laura, desde Murcia… es lo que tiene dejar las compras para el final. Comes más fresco, sí, pero más caro. Algo que no dolería demasiado, si nos hubiera tocado la lotería. Ahora bien, lotería es… tener salud.

Te hablaba antes del invierno anticiclónico que tenemos. Caminamos bajo un sol de invierno y cielos azules estos días, que son un trampantojo ideal para confiarse y coger frío. De ahí el incremento de catarros y gripes en estas semanas. Lo habrás comprobado en tu entorno… Parece que todo el mundo está resfriado, pero ¿Es real? Porque una cosa es nuestra sensación - la de estar metidos en una espiral de catarros de la que es difícil escapar - y otra cosa son los números.

Según el Instituto de Salud Carlos III, la tasa de infecciones respiraciones agudas empezaron a subir en la semana del Puente de la Constitución, pero… llegados a esta última semana del año, los casos activos ahora no superan a los del año pasado. Desde el instituto advierten que será en enero y febrero cuando alcancen su pico, así que… ¡a cuidarse estos días de reuniones y fiestas, y ojo… con cambios bruscos de temperatura!

Así las cosas, y con la cabeza tan ocupada en lo nuestro: la resaca de la lotería, la cena de mañana, los niños en casa y tú trabajando, quizá… siguen pasando cosas importantes en el mundo que, de una manera u otra, nos afectan, y pueden pasar desapercibidas.

Dicen que los mayores avances en el mundo se hacen cuando buscamos respuestas a preguntas incómodas, pues déjame que te haga una: los países que nos definimos como avanzados, países como los que integramos la UE ¿Podemos ponerle precio a la cabeza de otra persona?

Europa ha firmado esta semana UN PACTO MIGRATORIO… histórico…. Histórico porque no ha sido fácil poner de acuerdo a los 27 ¿Qué sabemos de este acuerdo? Te lo resumo en dos puntos claves: Uno.

Endurece las condiciones para acceder al territorio comunitario. Dos, impone la solidaridad a la carta en el reparto, quizá el punto más polémico, así que intentaré explicarte qué es esto de SOLIDARIDAD A LA CARTA… exactamente. Significa que, si un país se ve desbordado por la llegada de migrantes, el resto tendrá la obligación de acoger a parte de esas personas... Y claro, te preguntarás, ¿Y SI ESE PAÍS SE NIEGA…? Puede hacerlo, puede rechazar dar asilo, PERO… tendrá que pagar 20.000 por inmigrante… A priori, parece puro mercantilismo, porque, si lo piensas… habrá países que puedan pagarlo y otros que no se lo puedan permitir. Aún así… este tipo de acuerdo: ¿Qué dice de la sociedad actual que estamos construyendo? ¿Todo se soluciona, una vez más, con dinero? ¿Es este “el mal menor” para atender a un grave problema humanitario que supone la inmigración?

Es una reflexión del obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos.

Estamos a punto de cerrar el 2023, el año en el que más inmigrantes han llegado a España: más de 22.000… un continuo goteo, de hombres y mujeres, especialmente hombres, que llegan a España como puerta del Sur a Europa. Si concretamos nuestra mirada en uno de los primeros puertos de recibo, las islas Canarias, se están registrando cifras históricas: el aumento en la llegada de cayucos y pateras es del 140%… Y vienen… porque huyen del hambre, la guerra o la persecución política… Se lanzan al mar, al vacío, y asumen el riesgo de perder la vida, antes que quedarse en sus países de origen:

Es DANI BÓVEDA, responsable de la ONG Accem en Galicia, esta semana en La Tarde. Y ¿Qué es lo que encuentran cuando llegan, si es que llegan a Europa? Pues un nuevo peregrinaje.

Desde la crisis migratoria de 2015, con la llegada masiva de sirios, EUROPA NO HA SABIDO LLEGAR A ACUERDOS - hasta ahora - entre los países miembros sobre cómo gestionar la inmigración y que no se para en los países de origen: algunos los devolvían a sus países de origen; algunos conseguían quedarse, pero institucionalizados; otros…, se escapaban del sistema y acababan vagando por las calles y malviviendo… ¿Y por qué no había acuerdo? Pues está claro: no es lo mismo observar la inmigración desde países del sur, como España o Italia, que son los que sufren el primer impacto, y por tanto, tienen que desembolsar muchos recursos para asumir la acogida, que uno del norte, al que pocos inmigrantes llegan…

La inmigración es un problema sí, de difícil solución, pero habría que abordarlo desde la premisa de los derechos humanos. Europa es el viejo continente, y como tal, es también un continente envejecido. La edad media ahora de los europeos es de 44 años. Hace 22 años, era de 38. Cada vez somos menos y cada vez, más mayores. Por lo tanto, Europa no puede dar la espalda a una de sus primeras necesidades: la gente.

Las personas siempre somos fuente de riqueza y de trabajo. Y como la vida es pura ironía…, cuando hablamos de éxodo de personas y miramos a nuestro país…, igual que somos receptores de inmigración…, también hemos expulsado a un buen número de trabajadores de nuestro país. Lo que es bueno para los que vienen a Europa y se quedan en España buscando su maná, buscando un futuro mejor…, no lo es para el capital humano patrio. Sin ir más lejos, España ha perdido este año 154.800 millones de euros por la salida de trabajadores a otros países ¿Se compensa la fuga de trabajadores españoles con la llegada de trabajadores extranjeros? La respuesta es no, porque muchas veces la capacitación de los que llegan, no es la misma de los que se van y nos encontramos con un número importante de vacantes por cubrir en determinados sectores…

Recordar este fenómeno migratorio que relato, quizá nos ayude a humanizar nuestra mirada hacia los que llegan de otros países, empatizar con sus pérdidas…, y recordar que en otro país hay un español que también está intentando empezar de cero lejos de su casa.

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