Un español triunfa en Japón dibujando manga
José María (Ken Niimura) del Barrio, fecundo entre dos culturas, cuenta en Fin de Semana con Cristina cómo es la vida allí
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Muchas veces nuestros mejores talentos tienen que buscarse la vida fuera de España para encontrar su sitio en el mundo. Desde científicos pasando por médicos, el caso que nos ocupa se dedica al arte pero de una forma distinta a la que normalmente se entiende por “arte”.
No es escultor ni pintor, aunque sí que tiene que ver con esta última faceta. A José María Ken Niimura del Barrio se le conoce más por su nombre artístico: Ken Niimura, y su pasión es la ilustración, es decir, dibujar. Licenciado en Bellas Artes, reside en Japón, donde tiene gran éxito, ha estado en Fin de Semana con Cristina para repasar su impresionante trayectoria, la cual incluye el premio Eisner en 2019, uno de los galardones más importantes de la industria del cómic.
Ken está en Tokyo, donde vive hace tiempo, algo que relata de forma divertida: “Con la tontería te sientas a dibujar y, cuando te levantas, han pasado diez años”. Su pasión empezó “con unos lápices, unos papeles y haciendo garabatos en casa, la diferencia es que, en mi caso, he tenido la suerte de que era divertido y he podido seguir haciéndolo en el tiempo, acabé haciendo Bachillerato Artístico, Bellas Artes y, aunque había opciones de hacer trabajos, digamos, más serios, siempre era un ‘¿y si puedo vivir de hacer cómic?’, y he tenido la suerte de que ha sido posible hasta nuestros días”.
A Ken le preguntan cómo es allí el mercado del cómic, aunque reconoce que el que él hace “por el estilo del dibujo y la manera de contar es un poco diferente al cómic japonés. Siempre hay un elemento que hace que se note que he tomado cosas de otros sitios”.
En cuanto a la forma de trabajo japonés, Ken reconoce que, “ahora mismo y ya desde hace muchos años se teletrabaja. Tenemos casos de dibujantes españoles trabajando para EEUU, Francia, yo aquí… pero también hago trabajos para EEUU y otros mercados. Yo soy español, español japonés, y nunca lo he visto como una limitación, es decir, es cierto que he nacido y crecido en España, donde el mercado del cómic no es muy grande y por eso los que vivimos de ello tenemos que trabajar para mercados extranjeros, pero creo que ser español y vivir aquí siempre ha jugado a mi favor”.
¿Qué tiene de japonés y de español? Ken le asegura a Cristina que, cuando se lo plantea, se da cuenta de que trabaja “como un japonés” pero se divierte “como un español”: “Estoy siempre al cien por cien en todos los aspectos de la vida, pero es difícil de decir. Este tipo de familias multiculturales somos una mezcla de muchas cosas. Al final, si tienes la suerte de crecer conociendo de cerca ambas culturas llega un momento es que difícil de diferenciar”.
Sobre las diferencias sociales y culturales que hay entre España y Japón, Ken le dice a Cristina que le va a contar “una cosa que hago todas las mañanas y me dices qué te parece”: “Con el tema de la covid es un poco menos estricto que lo que tenéis en España, pero suelo ir a un café a trabajar, me llevo un ordenador, trabajo un par de horas y en un momento dado me levanto a comprar otra bebida. Y dejo el ordenador, el móvil y todo en la mesa y me voy a pedir, y a la vuelta… sigue ahí porque tiene que estar ahí porque no se va a ir a ningún sitio porque no tiene por qué irse a ningún sitio. Eso, por ejemplo, y el problema que tengo ahora mismo es que estoy acostumbrado a eso, entonces cuando voy de visita a España tengo que ir con mucho más cuidado porque me dejo las cosas por todos sitios. Estamos hablando de un sitio en el que la propiedad de otra persona no se toca”.
Ken destaca que el detalle, el orden y la puntualidad son detalles muy japoneses: “Viene de una manera de vivir, se hacen una pregunta distinta. Ven un móvil en un sitio en el suelo y se dicen ‘si no es mío no lo toco’, y en el caso de la puntualidad es ‘si he quedado a las 6 voy a las 6’, es una cosa como muy lógica. Hay retrasos, claro, pero en general la gente es muy puntual y además respetuosa en cosas como hacer la cola porque se da por hecho que es la convención social y por qué se va a hacer de otra manera”.
En todo caso Ken explica que en España hay bastante margen para improvisar, lo que no ocurre en Japón: “Se nota que en el día a día hay muchas reglas, pero una vez que llevas tiempo te las aprendes y no hay problema. Para todo hay una manera concreta de hacerse y, por tanto, no te planteas cómo se hace eso. En España, como no hay esas pautas, cada uno se pregunta cómo hacerlo, y eso quiere decir que, venga lo que venga, tienes una respuesta”.
Nuestro dibujante, con mucha gracia, reconoce lo que echa de menos: “Me gustaría tener una línea de Metro Tokyo-Sol, sería muy cómodo. Al final voy, como mínimo, voy una vez al año, y las tecnologías ayudan mucho, pero al final es estar con familia y amigos, el disfrutar de Madrid, una ciudad que está muy bien”.
Sobre el cómic y sus diferencias entre el español y el japonés, Ken explica que “la base es la misma en ambos ya que hay dibujos, viñetas, bocadillos, diálogos… la diferencia sí existe en el cine, donde el americano tiene una manera estándar de contar historias y los demás pueden acercarse a ella, sin embargo en cómic nunca ha habido, hasta hace muy poco, un tipo hegemónico en todo el mundo, así que EEUU, Francia y Japón han desarrollado sus cómics a su manera, y eso te da lugar a que, desde la forma de los libros a la manera de leerse, es completamente diferente. Han llegado a soluciones distintas con los mismos elementos, y la ventaja que tenemos en el Siglo XXI es que, teniendo acceso a todo tipo de cómic en todo el mundo, tienes simplemente más posibilidades entre las que elegir”.
Para los profanos, Ken explica la diferencia entre cómic, anime y manga: “El manga lo fácil es decir que es el cómic japonés, hecho en Japón, y el anime es animación japonesa. Hay muchos mangas, cómics, que son adaptados a series de televisión animada, y eso es el anime. Heidi sería un anime, como son las películas de Miyazaki, Bola de Dragón… animes que vienen del cómic”.
Niimura también tiene consejos para alguien que quiera empezar en el cómic: “Si pudiera viajar en el tiempo y decírselo a alguien… lo primero es que te tiene que gustar y te lo tienes que pasar bien. Para mí la belleza del cómic es que es una hoja de papel y un lápiz y, de repente, con eso puedes crear historia, universos con los que puedes deslumbrar a tus lectores, y una cosa parecida puedes hacerla en cine pero te hacen falta muchos más medios. El cómic, en ese sentido, es mucho más sencillo. Pero la realidad es que, en comparación con otros sectores, no estamos tan bien pagados, el mundo del cómic es bastante precario. Yo tengo la suerte de vivir de ello pero no puedo compararme con el sueldo de otras personas, he tenido suerte y ojalá tuviera más suerte y ganara más. A mí lo que me mueve es que es una actividad que disfruto y que me es necesaria, pero si no fuera el caso no tendría ningún sentido meterse en cómic, tendría más sentido hacer videojuegos y o cine o ser bróker en la bolsa. Si te gusta plantarte delante de la hoja de papel y crear cosas con ello, por qué no, merece la pena”.