“Josué fue a casa de un amiguito y no volvió. Detrás fue su padre y desapareció. No se sabe de ellos desde 200

Nacho Abad cuenta en Fin de Semana con Cristina la historia de una familia que perdió a su hijo y que nunca se dio ninguna pista de su desaparición

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Josué desapareció en 2006, los medios lo fueron olvidando “y todavía no sabemos nada de él”

Cristina L. SchlichtingRedacción Fin de Semana

Publicado el - Actualizado

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El 10 de abril de 2006, Josué Monge, un chico de 13 años, estaba montando en bici en la puerta de su casa. Fue la última vez que algún testigo lo vio. Era la calle Cristóbal Halffter, en Dos Hermanas, dentro de la provincia de Sevilla.

Josué le dijo a su madre que esa noche se iba a dormir a casa de un amigo, en un barrio cercano de Vistazul. Jamás llegó allí.

Antonio Monge, el padre del chico, salió de casa y se montó en la furgoneta. Dijo que iba a buscar a Josué. Él tampoco regresó nunca. El 23 de abril, 13 días después de la desaparición de su hijo, se le perdió la pista. Y nada más se sabe hasta el día de hoy.

No fue un caso demasiado mediático. Si acaso, algún minuto concedido en la televisión, según cuenta Isabel García, la madre, para ver si conseguían sacarle alguna lágrima.

Un año después de la desaparición de su hijo, una manifestación en su barrio. Después, se aleja del foco mediático, cansada de que busquen en ella el drama, pero que nadie se preocupe por su hijo.

Ha habido muchas líneas de investigación. Por la relación de la familia con la Iglesia evangélica… Podrían haber dejado la religión para meterse en una secta.

Se ha buscado la furgoneta del padre por Europa.

Se ha buscado en ríos por si se hubiese suicidado.

Nunca utilizó ninguna tarjeta de crédito ni sacó dinero de sus cuentas en sus bancos.

Nada en Portugal, que era uno de los sitios que más le gustaban, tampoco en Marruecos.

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