Las dificultades de los supervivientes de cáncer para firmar un seguro: "El riesgo es el mismo que cualquiera"
Las personas que han superado esta enfermedad se encuentran trabas de todo tipo a la hora de realizar muchos trámites, por lo que reclaman su derecho al olvido oncológico
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Si hay un momento difícil en la vida es el diagnóstico de una enfermedad grave, como por desgracia es el cáncer. Saber que se sufre esta enfermedad puede hacer que la persona caiga en el pánico, en la incertidumbre, y que necesite ayuda para afrontar este mal trago.
Seguimos pensando que los tumores tienen las de ganar y que no hay muchas posibilidades de seguir adelante después de un cáncer, pero gracias a la ciencia y la medicina las victorias frente a esta enfermedad son más frecuentes.
¿Pero qué pasa tras haber superado un cáncer? Después de haber pasado por tratamientos, quimioterapia y, en algunos casos, operaciones, para muchos pacientes recuperados se les hace cuesta arriba un simple trámite como es renovar un seguro de vida o de salud. Cuando su mayor objetivo es empezar de cero su vida, pueden encontrarse trabas de todo tipo también para solicitar una hipoteca o un crédito. Que la palabra cáncer esté reflejada en su historial médico puede suponer un no automático en muchos de estos casos.
“Nos queríamos hacer de una mutua, pero me aconsejaron que no porque, debido a los problemas que había tenido, muchas cosas no me entrarían, tendrían que ir aparte e incluso me incrementaban la cuota”, cuenta Antonia, que superó una leucemia hace 30 años. Llegó a solicitar información en varias mutuas, y en todas recibió una respuesta similar.
Ante esta situación los ex pacientes de cáncer reclaman una ley que reconozca el derecho al olvido oncológico, es decir, que no se tenga en cuenta su historial médico si ya han superado la enfermedad. “Gracias a las tasas de supervivencia, que cada día aumentan y que ya se sitúan en un 55% en los hombres y un 62% en mujeres, es evidente que cada vez habrá más personas que se encontrarán esta situación”, declara Clara Rosas, gerente de la Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer. Apunta que “como sociedad hemos de ser sensibles a esta realidad y ayudarles a reintegrarse” en todas las facetas de la vida.
Una ley para proteger a los ex pacientes de cáncer de la discriminación
Según datos de la Fundación Josep Carreras, el 47% de los pacientes recuperados de leucemia o un linfoma entre los 18 y los 35 años ha tenido dificultades para pedir un crédito, el 83% para contratar un seguro de vida, y el 73% para firmar un seguro de decesos. El problema es que no hay una ley en nuestro país que regule este tipo de casos, como indica Clara Rosas. “En Europa hay varios países que ya la tienen, el precursor ha sido Francia, que nos lleva años de ventaja”. Indica que el Parlamento Europeo ha dado de plazo hasta 2025 para los países de la Unión legislen acerca del derecho al olvido oncológico, por lo que España debería ponerse manos a la obra. En febrero se presentó una proposición no de ley para revisar la normativa que promueve la no discriminación para los pacientes de VIH y se amplíe a otras patologías, “pero esto no se ha hecho nunca”, apunta Rosas. De todos modos, espera que al haber de alguna manera un precedente, sea “relativamente fácil aplicarlo a otros colectivos”.
A grandes rasgos, lo que piden es que después de haber pasado 10 años desde que una persona haya superado la enfermedad, se borre de su historial médico el diagnóstico de cáncer. “Lo que las aseguradoras hacen es medir el riesgo, y después de 10 años el riesgo de que esa persona recaiga es el mismo de que cualquiera de nosotros podamos tener un diagnóstico”, argumenta Clara Rosas.
El ámbito laboral, otra dificultad para los recuperados de cáncer
Otro de los aspectos en los que solicitan cierta protección e igualdad de oportunidades es en el momento de reengancharse a la vida laboral. Para Rosas, las empresas son clave para las personas supervivientes de un cáncer, ya que para la mayoría de ellas “volver a la vida laboral es un signo de cotidianeidad y de vuelta a la normalidad”. Según datos recogidos por la Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer, el 9% de las personas que han sufrido algún cáncer han tenido que cambiar de trabajo o de puesto dentro de su empresa, y un 16% no comunicó su diagnóstico en el trabajo por temor a sufrir discriminación o sentirse señalado. Y es que los que sí lo llegaron a decir en su compañía declaran que tuvieron un trato diferente una vez anunciada su enfermedad.
Por esta razón, Clara Rosas aboga por que “las empresas sepan acompañar a las personas afectadas, y a la vez minimizar el impacto que tiene esa situación en la propia organización”. Facilidades para reducir la jornada, posibilidad de teletrabajar cuando lo requieran o que se haga una reserva del puesto por un tiempo determinado, son algunas de las medidas que solicitan los recuperados de cáncer.