EN 'FIN DE SEMANA'

“Lo más duro de la cárcel es que te encuentras solo, eres simplemente un número”

Mariano Soler estuvo casi tres años en la cárcel y asegura que en esos años se sintió apreciado y querido, sobre todo por don Paulino, el capellán de la cárcel

Video thumbnail
00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cuando hablas con una persona que ha estado en la cárcel, muchos de ellos dicen que se sienten un número. Da igual el tiempo que pasen allí. Se sienten tratados más como números que como personas. Sin embargo, a veces hay quien se siente apreciado, querido y su vida cambia.

Mariano Soler estuvo casi tres años en la cárcel de Soto del Real y en Estremera. Él asegura que en esos años se sintió apreciado y querido, sobre todo por don Paulino, el capellán de la cárcel. Pero no es el único que puede devolverles esa dignidad que ellos piensan que se ha diluido. Los voluntarios también les ayudan a volver a sentirse personas con capacidad para perdonarse a sí mismo y cambiar.

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Mariano Soler en 'Fin de Semana'

“Soy padre de familia y tenía muchas deudas Acepté un trabajo de droga para poder pagarlas. Me ofrecieron 10.000 euros por transportar cocaína. Me cogieron en el aeropuerto de Barajas y me metieron en la cárcel”, ha recordado Mariano en 'Fin de Semana' con Cristina López Schlichting.

“Estuve dos años en Soto del Real y uno de Estremera. Yo lo hice sin pensar, si lo piensas no lo haces. Tuve una condena de 9 años y un día, pero por buena conducta me lo rebajaron a tres años y medio”, ha reconocido.

00:00
“Lo más duro de la cárcel es que te encuentras solo, eres simplemente un número”

-

Mariano considera que lo más duro de la cárcel “es que te encuentras solo. La primera semana es muy dura. El capellán de la cárcel fue quien me ayudó. En la cárcel eres un número, allí fue donde empecé a ir a misa. Hablando con Dios encontré compañía en la cárcel”.

Carmen Rubio, voluntaria de CONCAES, ha explicado en 'Fin de Semana' que “el voluntariado en las cárceles es muy complicado”.

“El voluntariado que hago en CONCAES para mí es muy especial. Cuando llegas allí, los reclusos se encierran y vas viendo cómo consigues su confianza. Es muy fácil hacer voluntariado, pero en la cárcel no. Pero hay que tener perseverancia y reconocemos que necesitamos más voluntarios", ha destacado Matilde Vidal, otra de las voluntarias.

Temas relacionados