Miguel Poveda: “Con este trabajo he querido hacer viajar a la gente y reivindicar todo lo que nos une”
El famoso cantaor pasa por Fin de Semana con Cristina para presentar 'Diverso', su nuevo disco, con un sonido puramente flamenco pero con pequeños coletazos sorprendentes
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En ‘amigos del programa’ de Fin de Semana con Cristina recibimos a Miguel Poveda, cantaor, quien reconoce divertido estar “oxigenándome en casa, tranquilo. Me puse el pijama cuando acabó el concierto de San Jerez y me lo he quitado esta mañana”.
Mucha gente se siente viviendo en un bucle, un día tras otro, pero él no, Miguel Poveda no se deja: “He sacado todo lo máximo de la parte positiva de la pandemia, dado que la negativa es muy trágica, pero no quiero ahondar en eso. Por la parte que me toca he mirado hacia dentro, todos paramos, y yo paré, me analicé y me observé mucho, algo que no hacía. Entendí que me necesitaba a mí mismo porque nadie lo iba a hacer. Ha habido un cambio brutal en mí, he concluido que vivía aceleradamente en cuanto a que no me paraba a reflexionar ni analizar. La vida de hoy va muy deprisa y se escapan muchos valores para tener la mente a una velocidad suficientemente lenta para poder analizar, mirarte por dentro, ser empático… no podemos permitirnos esa crispación”.
Ya entrando en materia, en su nuevo disco, ‘Diverso’, Poveda explica que “es un disco que viaja, traslada y te abraza. Nos robaron los viajes, los abrazos, el compartir, nos dividen… y este disco busca encontrar nexos de unión, abrazar culturas, músicas, en lo que nos une, sobre todo viajar desde la música, la música tiene ese poder, te pones los cascos y estás en la mitad de Buenos Aires. Es un disco que tiene además cierto compromiso social con el planeta”.
Lo que pasa es que hay ciertos momentos en los que se separa del flamenco y toca géneros como… ¿el rap? Sí, y aun así él se mantiene fiel: “No he puesto los cuernos al flamenco, va conmigo donde voy. Es un error decirlo. Ir por los caminos del rap lo hacía Lola y era flamenquísima, me encantaba, era una genio”.
Merece la pena echar un ojo con calma a la portada ya que Poveda se ha pintado de planeta Tierra: “Era así como lo visualizaba, soy un poco enemigo de los micro mundos. Los respeto y cada uno tiene su esencia pero he crecido en la diversidad, necesito el planeta entero, ‘to’’ se me hace barrio. Quiero impregnarme de todo, de lo que me ha hecho disfrutar cuando la música me ha permitido viajar y darnos cuenta de lo pequeñitos que somos por eso he contado con Adrián Torres para decir que soy muchas cosas”.
Miguel se reconoce, por supuesto, admirador de Rocío Jurado: “La amo, quién no ha visto una película de ella o escuchado sus rancheras, ha enseñado un país con sus canciones que no ha enseñado nadie. Las rancheras yo las había cantado en México con Chavela, en las residencias de estudiantes de Madrid, y es un género que me ha gustado mucho desde pequeñito pero nunca antes las había grabado”.
Elevando las cotas de calidad, hay una canción con la gran Omara Portuondo, algo que para él es una marca personal: “La grabación del bolero fue un mar de lágrimas, es asombroso cómo canta con esa frescura y juventud en la voz, con sus 91 años. Cómo interpreta, es una forma de decir las cosas con mucha esencia, verdad y vida, y eso emociona”.
Y otra canción, ‘El gran varón’, también es importante, como explica el cantaor: “Fue escrita en los 80 en un entorno latino un poco machista, por eso tiene ese mérito, por su contexto. La historia es muy bonita, por eso la quise cantar, me la enseñó Pitingo, me enamoré de ella”.
Nos separamos ahora del disco para ir al lugar del planeta que sea el sitio por excelencia para el flamenco: “Jerez, es el lugar más vivo en cuanto a flamenco, tiene muchas tradiciones. Todo el año está vivo, siempre hay y muchos artistas. En otros lugares como Nebrija, Utrera, Triana, Sevilla, pero Jerez es la que más artistas tiene por metro cuadrado. Muero por Jerez, por eso me encanta, esa naturalidad y espontaneidad”.
Para terminar, Miguel Poveda se reconoce feliz porque empieza a viajar: “Sí, otra vez, con mascarilla pero viajo, mis ojos verán mundo como me gusta vivir, viendo mundo. Y además cumplo en breve 50 años, lo hago con respeto y con madurez. Pero también feliz porque si cumplimos es porque estamos vivos, pero soy coqueto y me da vértigo pensar que se me acaban”.