Millones de niños se quedan sin identidad ni familia en Siria y Turquía: la otra cara del terremoto
En 'Fin de Semana' de COPE analizamos la situación que están atravesando muchos menores de edad tras el terremoto de las dos zonas y hablamos con la portavoz de UNICEF en Turquía
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Un mes ha pasado desde que se produjera una de las tragedias y desastres naturales que recordaremos no solo durante este año, sino durante esta década. Te hablamos, por supuesto, del terremoto que afectó a Turquía y Siria y que, entre otras desgracias, dejó más de 50.000 muertos y unos 118.000 heridos, por no hablar, por supuesto, de los miles de edificios que se han reducido a escombros.
Un terremoto sin precedentes desde hacía años en donde las labores de rescate estuvieron a punto de agotarse, y, como te contamos en COPE hace unas semanas, requirió de refuerzos españoles. 30 días después, la situación ha cambiado sustancialmente, y lejos de mejorar, ahora la ayuda se centra en cuidar a esas personas que han sobrevivido.
Millones de personas que se han quedado sin hogar y en muchas ocasiones sin familia, y en esta categoría, entra un colectivo especialmente vulnerable: el de los niños. Para que te hagas una idea, solo en Turquía son 2 millones y medio los menores de edad que necesitan ayuda de forma urgente, y en Siria, más de 3 millones y medio. Niños que lo han perdido todo y que se han quedado sin identidad.
Esta es la otra cara del terremoto, y para analizarla y entenderla un poco mejor, Cristina López Schlichting, directora de Fin de Semana, ha entrevistado a Carmen Monclus, portavoz de UNICEF, actualmente en Turquía, y responsable de la protección de la operación transfronteriza entre Turquía y Siria.
La fotografía a la que se enfrenta, ella misma lo dice, "es difícil de poner palabras", porque hay mucha desesperación y son muchos, especialmente niños, los que se encuentran es hospitales y clínicas, terriblemente heridos y solos. Una situación que les deja, muchas veces, sin ninguna esperanza de futuro.
Ella está ayudando, junto con otras tanas personas que van allí a poner su granito de arena, a que estos millones de niños no queden sin ningún tipo de identidad.
Una situación empeorada por el terremoto
Como bien explicaba Carmen Monclus, el hecho de que este terremoto haya afectado tan duramente a Turquía y a Siria ha empeorado terriblemente la situación de la que venían, porque "el punto de partida era peor en Siria, había muchos niños y mujeres que dependían ya de ayuda humanitaria, y la situación ahora es complicadísima. Tenemos muchos niños entrando a la adolescencia que nunca han visto nada que no sea guerra" apuntaba apenada.
Por lo tanto, tras el terremoto, llega un reto mayor, porque son muchos niños los que están "solos y separados". ¿Qué hacen para poder ayudarles? Pues un rastreo familiar que les permita saber de dónde vienen y encontrar a algún familiar vivo, aunque, como contaba en Fin de Semana, no siempre sale bien.
El foco lo siguen teniendo puesto en reparar las escuelas que se han perdido, porque, especialmente en Siria, la situación de base ya era lo suficientemente nefasta como para ayudar a que tengan acceso a la educación. "En las escuelas partíamos de base baja, más del 44% de la infancia estaba fuera de la escuela, no estaban escolarizados antes del terremoto. Después, muchas escuelas han sido destruidas, aunque sigue fluyendo la ayuda y el apoyo internacional" comentaba esperanzada.
Otro riesgo al que se enfrentan es las de la trata de personas, ya que estos menores no acompañados, no tienen a dónde ir. "Muchos de ellos no solo han perdido a sus padres, también a familiares, su entorno más próximo ha desaparecido, es muy importante el apoyo psicosocial y hay mucho que estamos teniendo".
Y una reflexión final que daba, "si conseguimos responder a tiempo, hay muchas preocupaciones que se pueden prevenir respecto a estos niños".