Habla un cobaya humano: “Mi mujer dejó de hablarme dos días cuando me puse la vacuna del virus”

Este enfermero catalán residente en Londres cuenta en Fin deSemana cómo se ofreció para investigar una vacuna contra la covid19

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"Mi mujer dejó de hablarme dos días cuando le dije que me ofrecía para probar la vacuna del coronavirus"

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

Publicado el - Actualizado

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Es fácil y cómodo ponerse una vacuna cuando se sabe que funciona. Pero, ¿qué hacer cuando sabes que te puedes morir por probarla, aunque sea para salvar a tantas otras personas?

Joan Pons, Enfermero de la UCI del hospital de Sheffield de Reino Unido, es una de esas personas que se ha atrevido. “Intento no pensarlo, siempre positivo y el vaso medio lleno. Pero esa letra pequeñita del papel que decía que me podía morir, intento evitarla”. Son personas a las que debemos muchísimo. Se le inyectó la vacuna hace una semana: “Cada semana tengo unas pruebas para ver si doy positivo. Quieren saber si estoy en contacto con coronavirus y si este quiere entrar en mi cuerpo. Si doy positivo, me tengo que vacunar y se ve si el virus se multiplica dentro de mi cuerpo. Yo trabajo en la Uci, soy la persona perfecta porque estoy en contacto directo con el virus”.

El personal sanitario “tiene más probabilidad de infectarse, porque cada día que voy al trabajo me enfrento cara a cara al virus. Lo toco, lo vivo, lo respiro. Todavía no me he contagiado, pero muchos de mis compañeros, cada semana, se tienen que ir porque lo han pillado”. Este desafío es difícil de aceptar, pero Joan “he vivido el horror, pero soy hijo y soy padre. Tengo unas ganas enormes de ir a verlos. Esta lucha puede ayudar a la gente. No me puedo sentar en el sofá a ver cómo soluciona otro el problema. Di el paso adelante para poner mi granito de arena, y la única solución es con una vacuna” ha comentado el enfermero.

Le dije a mi familia que iba a funcionar de cobaya, “aunque al principio no les dije nada. Vine del reconocimiento médico con el positivo para acceder a la vacuna. Mi mujer se puso muy tensa, hubo dos días de silencio para nosotros. Pero mi carácter me lleva a ayudar a las personas. La única condición que me puso fue que le trajera una carta a casa de que yo no podía contagiarles en casa. Ahora ya está menos enfadada. Mis hijos dicen que soy muy valiente, pero mi hijo Luke, de 28 años, se negó a hacérselo conmigo”.

En octubre dicen que ya podría estar la vacuna. “La Universidad de Oxford nos ha pedido ayuda a nosotros, y se han ido a probar la vacuna a lso países con más incidencia. Dicen que si hay suficientes casos que dan positivo, los primeros resultados podrían ser a principios de agosto o septiembre. Están colaborando con una farmaceútica que ya ha invertido en una vacuna, que si lo pierden, sería un desastre para ellos, o sea que confiamos en que sea buena”.

“Mi manera de celebrarlo va a ser irme a España, ver a mis apdres, irme de copas y salir a la calle sin la ansiedad de ver quién viene o con quién me cruzo. El 2021 tiene que ser distinto, necesitamos salir a la calle y volver a la normalidad” ha dicho el enfermero.

Escucha la entrevista completa con Cristina López Schlichting en Fin de Semana

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