Para analizar los gestos y palabras del Rey en su mensaje de Navidad, Fin de Semana ha contado con dos expertos; José Luis Martín Ovejero, profesor de análisis y experto en comportamiento no verbal, y José Apezarena, editor de El Confidencial Digital y autor de un libro 'Los hombres de Felipe VI' (Ed. Almuzara).

Y es que la tradicional comparecencia del Rey tiene mucho que ver con la oratoria, pero también con los gestos y la escenografía. “Está todo perfectamente calculado, no se deja nada al azar”, reconoce Martín Ovejero en COPE.

Destaca el experto “el protagonismo absoluto y exclusivo" del Rey Felipe VI y lo basa en ocho puntos:

.- Su ubicación es en el centro de una amplia estancia y alejado de todo el mobiliario y elementos decorativos como banderas.

.- No está el referente legal de España qué es la Constitución. Llama la atención porque en los dos años anteriores siempre le acompañaba un libro donde se leía en el lomo 'Constitución española'.

.- Sin la compañía familiar. En otras ocasiones le acompañaban fotos familiares, sobre todo de sus hijas.

.- Sin distracciones. La única foto que hay en la imagen es prácticamente imposible de distinguir. Una foto que Ovejero asegura es de la cena que se ofreció en el Palacio de la Zarzuela a las delegaciones internacionales de la OTAN.

.- Incluso la Flor de Pascua, como anécdota, la han sacado de la estancia

.- Se ha utilizado mucho el primer plano sobre su rostro. Este recurso consigue atrapar toda nuestra atención en su mensaje.

.- Hasta la corbata es una extensión de su cargo, ha elegido con acierto el rojo carmesí, que representa a la monarquía española.

.- Llama la atención cómo mientras daba el mensaje colocaba las manos en ojiva, un poco abiertas pero con las yemas de los dedos unidas, lo que trasmite autoridad y autoconfianza. Pero Ovejero le pone un 'pero' “ha abusado mucho del gesto y lo he visto algo forzado, no le sale naturalmente”.

.- Uso de la primera persona del singular. Dice por ejemplo “una España que conozco bien, esa España es la que, veo, escucho y siento". Todo esto es protagonismo exclusivo del Rey.

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Hemos presenciado uno de sus mensajes de Navidad más institucionales y menos familiar

En términos generales reconoce el experto en gestos, "hemos presenciado uno de sus mensajes de Navidad más institucionales y menos familiar. No ha querido que nada nos distrajera de lo que importa”.

A nivel emocional “ha sido escasa su implicación". Con la pandemia, recuerda "se veían emociones, en este mensaje ha estado más frío”.

SIN TRANSMITIR PREOCUPACIÓN

Para José Apezarena, el Rey “no ha querido transmitir preocupación, sabe que el momento es delicado pero por el tono y la expresión, modo de hablar y contenidos”. En su opinión, se trata de "un mensaje a la gente, a las familias, quiere transmitir que hay algún problema pero que hay soluciones, que como dice están en la unidad, en la Constitución y en Europa”.

En este mensaje, advierte “no ha querido levantar demasiadas expectativas y banderas”.

Es un Rey a punto de cumplir 55 años que Apezana ha analizado en 'Los hombres de Felipe VI'. "Tiene la enorme suerte de haber contado a su lado con personas que le han ayudado, educado y a veces corregido” y que como consecuencia de ese acompañamiento estamos ante un Rey imponente, con unas cualidades humanas y personales que son una delicia para este país”.

En cuanto a su carácter, reconoce que es “equilibrado, aplomado, pero cercano y cariñoso", una imagen que por otro lado "no trasciende porque lo que los españoles ven es un pensaje serio y estirado, pero es muy cercano”.

Por último señala “es un hombre muy currante de su trabajo, es tan responsable que se prepara a fondo todo lo que hace”.