Paco Álvarez: “El periodismo, ¿trabajo moderno? Los romanos ya lo ejercían hace muchos años”
El historiador y autor de 'Mitomorfosis' cuenta en Fin de Semana con Cristina que la pasión por contrastar e informar nos viene de muy lejos
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Viene mucho por Fin de Semana con Cristina un romano de Madrid que siempre nos intenta convencer que hemos cambiado poco desde los tiempos de la Roma antigua. Y esta vez nos quiere hablar de periodismo en tiempos de Roma, y eso que parece difícil pensar en periodismo en la Roma antigua.
¿No se habrá venido arriba con eso del periodismo en tiempos de Roma? “Bueno, voy a intentar demostrar a todos los amigos que nos están escuchando que ya existían algo parecido a nuestros periódicos, envíos masivos de mensajes, radio, taquigrafía, noticias, publicidad, etc.”. Vamos allá: “Periódicos romanos pues desde más o menos el 131 antes de nuestra era se publicaba en Roma el Acta Diurna, que era una especie de periódico que se fijaba en las paredes del foro con las principales noticias de la ciudad. En el 59 a.C. Julio César hizo que se publicara también el Acta Senatus, donde se reproducían las actas de las sesiones del Senado. Parece que hubo un tercer periódico, el Acta Diurna Populi Romani, que daba cuenta de nacimientos y fallecimientos, sucesos o ventas, y contenía un poco de publicidad, según algunos. Los encargados de su redacción, siguiendo siempre ordenes de la autoridad competente, se llamaban diurnarii, antecesores muy lejanos de nuestros periodistas (journalists en inglés, con la misma etimología)”.
Vale, aceptamos diurnarii como antecesor de periodista, pero radio es más complicado: “Además de estos, digamos, periódicos antiguos, los romanos se enteraban también de las noticias a través del pregonero, como en nuestros pueblos hasta hace muy poco. Al pregonero romano se le llamaba praeco. También había otra gente que recorría la ciudad gritando noticias, los strilloni, que anunciaban entre las noticias comercios, ofertas o lo que fuera a cambio de dinero, es decir, hacían publicidad; por cierto, que de ese nombre viene ‘estridente’”.
Vaya, ¿y envíos de mensajes, tenían SMS? “Pues no, pero en tiempos de campaña electoral los candidatos escribían a los votantes no residentes en Roma, que evidentemente estaban apuntados en el censo, invento romano, y las cartas eran copiadas por montones de escribas y luego firmadas por los candidatos, pidiendo el voto. También las Acta, los periódicos, se copiaban para la transmisión de noticias importantes y así en provincias se informaba al pueblo de las victorias de los ejércitos romanos o del nombramiento de un nuevo emperador, por ejemplo. Al pie de los textos de las Acta siempre se añadía la frase ‘Publicare et propagare’, es decir, publicar (hacer público) y propagar”.
¡Qué curioso! Ahora sólo falta que diga que tenían grabadoras o televisión: “Pues casi, tenían taquigrafía (escritura rápida), perfeccionada por Tirón el liberto de Cicerón, y luego olvidada hasta el siglo XVII. Tele no tenían, pero había una tribuna pública, donde subía cualquiera que quisiera dar un discurso, se llamaba la rostra y estaba en el foro de Roma. Se supone que habría algo parecido en cada ciudad. Desde allí hablaban y debatían los candidatos y eran aplaudidos o abucheados por una audiencia en directo. Según la popularidad de quien fuera a hablar, así tenía más o menos oyentes”.
De acuerdo, aceptamos estas cosas como antecedente del periodismo en Roma, pero va a tener que volver otro día a seguir intentando convencernos: “Encantado de volver siempre a la radio de verdad para hablar de romanos. Me despido. Valete omnes, adiós a todos, hasta pronto amigos romanos”.