El motivo por el que Nacho Abad se ríe "por no llorar" con la sentencia de Dominique Pelicot: "Esto es un debate"

El periodista de sucesos explica a Cristina López Schlichting la razón por la que ve "ridícula" la decisión del juez sobre el ciudadano francés, que grabó durante años a hombres violando a su mujer

Luis Calabor

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

La historia de Dominique Pelicot ha estremecido a la opinión pública internacional. Este hombre, condenado por años de abusos sistemáticos hacia su esposa con la complicidad de decenas de personas, ha recibido una sentencia que muchos consideran insuficiente para la gravedad de sus actos. Según las investigaciones, Pelicot sedaba a su esposa mientras organizaba reuniones con otros hombres para violarla, actos que en ocasiones grababan. Este caso, que ha expuesto las sombras más oscuras de la humanidad, culminó con una sentencia de 20 años de prisión para Pelicot.

"hay que eliminar al enemigo, aunque no físicamente"

En el Fin de Semana de COPE, Cristina López Schlichting y Nacho Abad discutieron este caso en profundidad. Las reflexiones del periodista Nacho Abad destacaron por su crítica al sistema judicial y la falta de proporcionalidad de la sentencia. “Perdonadme, me río, y me río por no llorar”, dijo al iniciar su intervención, dejando clara su frustración por lo que considera una pena insuficiente, ya que, de su condena de 20 años, cumplirá dos tercios en prisión efectiva y el resto bajo supervisión.

EFE

Gisele Pelicot, custodiada por sus abogados antes de entrar a la sala de juicio

Durante el análisis, Abad expresó la necesidad de un enfoque más contundente en casos de crímenes atroces como el de Pelicot. “Esto es un debate”, aseguró, refiriéndose a la urgencia de revisar el sistema judicial. Abad explicó su postura al mencionar el concepto de “derecho penal del enemigo”, según el cual ciertos individuos, debido a su extrema peligrosidad, requieren medidas excepcionales. “El enemigo hay que eliminarlo. No digo eliminarlo físicamente, pero sí eliminarlo como amenaza”, añadió, en referencia a la necesidad de neutralizar a personas que representan un peligro constante para la sociedad.

EFE

Gisèle Pelicot tras escuchar las condenas para su marido y los otros 50 hombres que abusaron de ella

Cristina López Schlichting, por su parte, puso sobre la mesa la edad de Pelicot. Con 72 años, es probable que pase el resto de su vida en la cárcel, lo que Schlichting describió como un hecho importante en el debate. Sin embargo, Abad insistió en que la edad no puede ser un factor decisivo para rebajar la gravedad de la sentencia. “Estamos hablando de alguien que durante años organizó violaciones sistemáticas contra su propia esposa. Esto no es algo que se pueda justificar por ningún motivo”, expresó

"LA MALDAD CAMINA POR NUESTRAS CALLES"

Uno de los aspectos más preocupantes del caso es la participación de otras 51 personas, que actuaron como cómplices en las violaciones. “La maldad camina por nuestras calles”, señala Nacho Abad, aludiendo a cómo personas comunes –camioneros, enfermeros, bomberos, militares– participaron en estos crímenes. Según el periodista, este hecho refleja lo difícil que es identificar a depredadores que llevan una doble vida: una cara respetable en público y otra completamente aberrante en privado.

El caso de Dominique Pelicot ha sido protagonista en Francia durante estos días

Abad también criticó las penas impuestas a los cómplices. Algunos de ellos han recibido condenas que oscilan entre 3 y 15 años, algo que calificó como “escandaloso”. En particular, mencionó el caso de un acusado que participó activamente en seis violaciones y fue condenado a 15 años, mientras otro, que replicó el mismo modus operandi de Pelicot con su esposa, recibió una pena de 12 años. “Esto es simplemente insuficiente. Estas personas han destrozado vidas y el sistema no está respondiendo”, declaró.

      
             
      

Por su parte, el psiquiatra forense José Miguel Gaona, quien explicó cómo la ausencia de frenos morales en ciertos contextos puede llevar a comportamientos extremos. Según Gaona, los crímenes de Pelicot y sus cómplices reflejan una deshumanización total de las víctimas, lo que es característico de individuos sin límites éticos. “Cuando desaparecen los frenos morales, algunos individuos simplemente actúan con total impunidad”, afirmó.