Los 'zombies' del fentanilo que ya se ven en plena Gran Vía de Madrid: "Es como si fuese Walking Dead"

Lo que hasta hace poco parecía un problema lejano de ciudades como Filadelfia o Nueva York, empieza a dejarse ver en Madrid. En las últimas semanas, el periodista de sucesos Nacho Abad ha grabado, para su programa En Boca de Todos, imágenes impactantes en plena Gran Vía de personas que parecen estar en un estado de trance absoluto, dobladas sobre sí mismas, con una postura encorvada y un equilibrio precario.

"Esta semana, en el programa En Boca de Todos, hemos emitido unas imágenes de una mujer en plena Gran Vía de Madrid, esquina con la calle Hortaleza", explica Nacho Abad. "Las grabó mi compañero Jordi Yule hace unos días, en las que se ve a una persona en un difícil equilibrio".

La escena recuerda a los efectos devastadores del fentanilo en Estados Unidos, donde este opiáceo ha arrasado comunidades enteras. "Es como si fuese The Walking Dead", comenta Abad, en referencia a la serie de zombis.

Un problema que llega desde EE.UU.

El doctor José Miguel Gaona, neuropsiquiatra forense, ha estudiado el impacto del fentanilo en diferentes partes del mundo y alerta de sus peligros: "No solo en Nueva York, sino también en Kensington, en Pensilvania, donde más muertes se producen día a día por fentanilo".

El fentanilo es un opiáceo sintético extremadamente potente. "Es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina", detalla Nacho Abad. Se usa en medicina para tratar dolores extremos, pero en dosis incontroladas puede provocar intoxicaciones letales.

Aunque en España aún no hay grandes partidas de fentanilo detectadas en el narcotráfico, su presencia empieza a notarse en las calles. "En el barrio de San Cristóbal hablan de que está llegando", asegura Abad.

EL DEVASTADOR EFECTO DEL FENTANILO Y LO DIFÍCIL QUE ES DEJARLO

Gaona explica los efectos devastadores de esta droga: "La intoxicación hace que la persona se curve sobre sí misma, se quede de alguna manera desorientada y muchas veces llegue a caerse al suelo". En Estados Unidos, estos comportamientos han generado un fenómeno conocido como "zombies del fentanilo".

El problema es que el fentanilo se absorbe con gran facilidad. "La policía, cuando tiene que manipular fentanilo, se pone guantes porque la propia transpiración de la persona intoxicada puede afectar a los agentes", advierte Gaona.

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A pesar de que el fentanilo se distribuye en hospitales bajo estricta prescripción, también se ha detectado un mercado negro. "Por vía sanitaria hay venta de parches de fentanilo", reconoce Nacho Abad. "No te voy a decir dónde, pero si sabes buscar, puedes encontrarlos".

Este consumo fuera de control es lo que ha convertido al fentanilo en una crisis de salud pública en EE.UU., y el temor es que pueda ocurrir lo mismo en España. "Los americanos culpan a los chinos de producir las sustancias que acaban llegando a México, y de ahí a Estados Unidos", señala Abad.

Uno de los mayores problemas del fentanilo es la dificultad para dejarlo. "El síndrome de abstinencia es tremendamente potente y la persona está tomando un opiáceo que es brutalmente difícil de desintoxicar", advierte Gaona. La adicción puede ser tan fuerte que muchos consumidores entran en un círculo del que es casi imposible salir sin ayuda profesional.

Por el momento, la presencia del fentanilo en España no es comparable con la crisis de EE.UU., pero las primeras imágenes grabadas en el centro de Madrid han encendido las alarmas. La pregunta es: ¿podría este problema crecer en nuestro país si no se toman medidas rápidas?