Abraham Cupeiro, en 'Fin de Semana': "Había pericia y virtuosismo porque no había tecnología"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Abraham Cupeiro quería que su trabajo de final de carrera girara en torno a una trompeta del siglo XVIII. Cómo es fácil de suponer Abraham estudiaba música, concretamente, en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Cómo también es fácil suponer, conseguir una trompeta de aquel tiempo, una trompeta del siglo XVIII no era tarea fácil, empezando porque costaba un dinero del que Abraham no disponía, así que dándole vueltas a la cuestión pensó '¿y si la fabricó con mis propias manos? ¿Por qué no? Pues a ello se puso y la fabricó y esa trompeta fue el principio de una historia que ha reunido al músico y a los oyentes de Fin de Semana COPE.
Aquel instrumento -la trompeta-, fue el primero de muchos instrumentos ancestrales que Abrahm ha resucitado a lo largo de los años y lo han llevado de gira por todo el mundo.
¿Cómo era aquella trompeta? "Era una trompeta sin pistones, pero que a base de martillo, fuego y unas planchas de latón conseguí construirla y hacerla sonar y me sirvió para aprobar las oposiciones".
Aquello fue solo el principio de una gran carrera musical que le ha llevado a Abraham Cupeiro a recorrer todo el mundo con la Royal Philharmonic Orchestra con el espectáculo 'Pangea':
250 conciertos a lo largo de cuatro años que finalizan el 31 de enero en el Audiotorio Nacional. Un concierto histórico en el que habrá muchas sorpresas, "serán muchas sinergias las que se unan e incluso instrumentos nuevos para este concierto tan especial y va a ser una maravilla poder desembarcar en este templo de la música como es el Auditorio para evocar y hacer sonidos ancestrales" anuncia a los oyentes, entre los que habrá que sean afortunados de poder asistir el próximo martes a este espectáculo que va a ser único y especial.
¿De dónde le viene la pasión por la música, la música ancestral a este lucense de Sarria que a penas supera la cuarentena? "De las distintas músicas de diferentes culturas que me ponía mi padre de pequeño y la historia que siempre estuvo en mi cabeza y el poder construir estas pequeñas máquinas del tiempo han llenado dos pasiones, la música y el poder viajar al pasado con ello".
El KARNYX, su buque insignia, el WhasApp de los galos
A Abraham le acompaña en muchas de sus entrevistas el KARNYX una escultura instrumento con forma de gigantesco pez, una trompeta celta de casi tres metros, que él ha construido con sus propias manos, "a partir de una moneda romana, un trabajo de investigación pero con mucha fantasía y que después cuando se encontró el único entero en el mundo, las medidas eran casi las misma" explica el músico que recuerda que era un instrumento para hacer la guerra, "pero que evoca otros sonidos como el mar, las ballenas...".
"Es un instrumento muy telúrico. Lo tocaba el pueblo celta y tenemos noticias de él por los romanos y los griegos que lo tuvieron que sufrir porque era un instrumento de guerra. Todo un ritual. Era una especie de WhatsApp de la época, un walkie talkie que movía a las tropas con sus llamadas. Julio César decía que era muy difícil guerrear contra los galos porque se organizan muy bien con este walki talki de hace 2.000 años".
Al Karnyx, se une el Cornu de Pompeii que ha construido, María, la esposa de Abraham para él, una réplica de los cuernos musicales que se encontraron bajo las cenizas de Pompeya, "una réplica exacta y que nos permite escuchar como era la música de Roma hace unos dos mil años y todo lo que se puede hacer lo podía hacer un ser humano hace 2.000 años".
Con Abraham, sus instrumentos ancestrales y su música se puede viajar al fondo de los océanos ya sea con una caracola "los seres humanos tocan desde hace 20.000 años las caracolas", con la flauta Ney podemos meternos en el mar de arena que son los desiertos y con "un junco que se encuentra en la desembocadura del río Níger que lo toca el pueblo fulani, el pueblo nómada más antiguo del mundo, una flauta que se toca y también por la que se canta".
El Hulusi, "que parece una pipa de agua, como una calabaza con una lenguetas la inventaron los chinos hace 2.500 años, lenguetas libres que son las lenguetas que el acordeón y la armónica utilizarán en el siglo XIX".
"Creían que un cornetto del Renacimiento era un arma arrojadiza"
Abraham nos lleva a culturas lejanas de los cinco continentes con la música y sus instrumentos nada comunes, "instrumentos reconstruidos con plantas, carbón, cera, plumas... con los que hace un discurso robusto y convincente" que lleva por escenarios de todo el mundo, para ello tiene que viajar con estos instrumentos y pasar controles de aeropuetos donde no todos entienden que estos sirven para hacer música.
"En Francia tocaba un instrumento del Renacimiento, el cornetto y lo llevaba en mi equipaje, me para la gendarmería que no creía que eso era un instrumento, no me dajaban pasar porque decían que era un arma arrojadiza. Toqué un pasadoble y ya me dijeron allez allez".
Para sentirse aún más útil, durante la pandemia enseñó en sus redes sociales a fabricar una gaita con una pajita.