La reflexión de Argüello tras el Congreso de Vocaciones: "¿Para quién soy? Muchos jóvenes, obsesionados por el qué quiero, se olvidan de esta pregunta"

Hace quince días, el Papa "expresó su deseo de ir a Canarias. Sería la oportunidad de hacer este viaje. Pero, ciertamente, espero que esto pueda ser pronto. En los próximos meses. Creo que tanto las dos Diócesis canarias como la provincia eclesiástica de Sevilla y la Iglesia en su conjunto tenemos confianza en que esto pueda producirse"

Hace 5 años, explica, "organizamos un evento similar. Llegamos a unas conclusiones. La Iglesia española sabe que quiere ser más significativa en medio de la sociedad española. Es decisivo pasar de la pasividad a la participación. Lo que lleva consigo propuestas formativas y llamar a la creatividad especialmente de la vocación laical. La CEE tiene que elaborar, en los próximos meses, sus líneas de trabajo tras acabar este Congreso y recoger el trabajo realizado"

"Vamos juntos en la barca, como el Evangelio de ayer. Esta alegría. La alegría por el encuentro y la Comunión. Para mí, ha sido lo más importante de estas jornadas"

En él, habló sobre la deconstrucción de la antropología "que viene por los propios cromosomas. Una antropología basada en la diferencia sexual. La llamo antropología de Estado porque, cuando se hace una propuesta de acompañamiento de personas, se sale al paso y se dice que eso debería estar prohibido. Empleé esta expresión para salir a la plaza pública y decir que si el Estado es aconfesional que desde el Estado no se imponga un credo en la antropología".

"La curva es muy similar a lo que pudiéramos llamar la relación de la Iglesia con la vida social. Muchos de nuestros conciudadanos, que no participan de la vida de la Iglesia. La relación que se mantiene entre el número de sacerdotes, seminaristas, es similar. El número de curas que había en los 60 era más, pero a la hora de 'cuántos fieles tocan a cada cura', estaríamos a un nivel similar"

Ha explicado por qué se ha celebrado. "Un primer punto de preocupación y propuesta es la comprensión de la propia vida humana. Entender la vida como un don y como amor más que como libertad; es una de las propuestas centrales. Luego hay una segunda dimensión, la eclesial. El sínodo nos impulsa a todos los bautizados a asumir nuestra responsabilidad y comunión y misión de la Iglesia. A pasar de la pasividad a la participación".