"Conseguí mis sueños, volé un helicóptero, un reactor, pero no estaba valorada y me fui"

Patricia Campos Domenech fue la primera mujer que llegó al cargo de aviadora militar

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Patricia había conseguido sus sueños, ser piloto del Ejército, pero lo dejó, no era feliz, "la vida son cuatro días y hay que ser feliz. Quería hacer otras cosas, conseguí mis sueños, volar un helicóptero, un reactor, pero no era feliz y si no soy feliz me voy".

Esta mujer, pionera donde las haya, ahora vive en Honolulú donde ejerce de entrenadora, "la vida en Hawái es increíble, el tiempo es fantástico, es una maravilla", pero sin duda a esta felicidad contribuye otro sueño cumplido, ser entrenadora de fútbol, algo dice Patricia imposible aún en España, "aquí no se nos toma en serio. En EE.UU. si pasas las pruebas da igual que seas hombre o mujer, aquí no creo que lo vean ni nuestros hijos ni nuestros nietos" y pese a los años no pierde la esperanza de que algún día se cumple un tercer sueños: "solo pido que nos den una oportunidad como a ellos".

Por ello, Patricia secunda este 8M la huelga, "para que se nos dé el mismo respeto que a los hombres". Algo que suena extraño en una mujer que ha alcanzado sus metas, "te sientes mal porque has estudiado muchísimo, te presentas a una oposición, pero tienes que esforzarte mucho más, y si no lo consigues te dicen, mujer tenías que ser".

Y por ser mujer se encontró con muchas barreras cuando llegó al Ejército, "imagino que las cosas habrán cambiado, pero cuando yo estaba, no había vestuario femenino, ni lavabos, si quería ir al servicio tenía que coger el coche e ir al edificio de oficiales. El mono de vuelo también era un mono para hombres, las Fuerzas Armadas no estaban preparadas para las mujeres. Pero los lavabos o el mono, eso es lo de menos, lo que más duele como ser humano son los detalles en cómo te hacen sentir".

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