"Cuando la escuela se cierra, el pueblo se muere"
Y eso es lo que ha evitado el ayuntamiento de Fuentes de Rubielos en la provincia de Teruel. Gracias a que dos familias se han instalado en el pueblo, la escuela sigue abierta.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Dos familias con cinco y dos hijos, respectivamente, que han acudido al reclamo de este pequeño pueblo de la sierra turolense que cuenta con 130 habitantes empadronados, pero reales, que viven todo el año, no superan los 60 vecinos en invierno y que tenía el riesgo de quedarse sin niños en la escuela porque de la localidad solo una niña era la que tenía edad de ir al colegio, "hay varios niños, pero en la escuela quedaba solo una niña" contaba en 'Herrera en COPE' la primera teniente de alcalde, Asunción Rosales que se felicitaba de la incorporación al vecindario de estas familias, una procedente de Valencia y la otra de Barcelona.
De esta forma la escuela ya cuenta con seis niños, "se han incorporado dos familias, una con cinco hijos, tres niños para la escuela y dos para el instituto y la otra familia con dos niños". Sin niños no hay escuela y sin escuela no hay vida, "cuando la escuela se cierra el pueblo se muere, porque una escuela es fundamental, es vital para un pueblo" exclama Asunción que explica como el ayuntamiento de Fuentes de Rubielos está ayudando a estas familias con más medidas, "les acompañamos en todo lo que podemos, los alquileres son económicos, en el pueblo no hay empleo, pero sí en las poblaciones más grandes de alrededor y se les acompaña para encontrar empleo", todo ello ha sido fundamental para que estas dos familias se encuentren como en casa "se han integrado muy bien, ve a los niños jugando en las calles y nos están dando una alegría de vida" porque como recuerda la Primera Teniente de Alcalde de esta pequeño pueblo "el problema de la provincia de Teruel es la despoblación y para que los pueblos sigan adelante es fundamental que vivan familias con niños".
Araceli, es una de las nuevas vecinas de Fuentes, junto a su marido y sus cinco hijos dejaron atrás Valencia y se marcharon a Teruel, y "estamos eufóricos, encantados, felices. Tenemos una casa preciosa, vivimos en la parte nueva y estamos parcela con parcela con los vecinos de Barcelona que llegaron dos meses antes".
Uno de los puntos claves para ese traslado ha sido la posibilidad de tener una vida más sana, "los niños están todo el día en la calle, en Valencia no se les podía dejar libertad, no podían salir solos a la calle, aquí tienen tres parques solo para ellos, tienen monte, árboles con fruta para ellos". Araceli afirma que han ganado en calidad de vida, solo les falta que su marido que es cocinero encuentre el trabajo que está buscando y ya tiene varias ofertas, "con uno que nos de para vivir nos vale".
De momento son dos familias las que han aumentado la población capitidisminuida de Fuentes de Rubielos, pero puede que cunda su ejemplo y algunas más vean la posibilidad de encontrar un futuro mejor en el campo.