Diario de un peregrino: Herrera alcanza su meta más preciada

El 'Halcón de las ondas' nos muestra los últimos kilómetros antes de llegar al preciado destino, naturaleza en estado (casi) puro

ctv-5df-herrera

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El 'líder', como así le llaman sus 'fósforos', nos sigue regalando bellas fotos durante su constante y duro peregrinaje hacia Santiago de Compostela, meta de miles y miles de peregrinos que buscan la Catedral de Santiago unos como fin de un viaje cultural, otros como fin de un viaje religioso, y otros como una experiencia deportiva. Los motivos, en realidad, no son para nada excluyentes.

Carlos Herrera primero ha llegado este domingo a Güemes y Somo. Güemes es una localidad que forma parte del municipio de Bareyo, en tierras de la costa de Cantabria y cerca del punto más septentrional de la región. Destaca por sus construcciones religiosas y por su belleza natural en un entorno en el que el mar, con sus playas y acantilados, se une a un interior ocupado por bosques y ríos que terminan desembocando en él.

En las inmediaciones de la localidad se encuentran lugares como Ribamontán al Mar, Santander, Santoña con su Parque Natural de las Marismas y Ajo, capital del municipio de Bareyo. Las playas de Ajo, al igual que las de Isla, Noja y otras localidades cercanas, son kilométricas y hermosas, de arena fina y dorada, idóneas para bañarse y para practicar deportes acuáticos como el surf.

Somo, por su parte, es una localidad que pertenece al municipio de Ribamontán del Mar, tambien en la costa de Cantabria. Se asienta en la Bahía de Santander, de la que se obtienen hermosas vistas desde el paseo marítimo. La localidad está conectada con Pedreña mediante el conocido Puente de Somo y con Santander a través de un servicio de lanchas que ofrece un agradable paseo por la bahía.

El gran atractivo de Somo es su playa. Un singular arenal de 2 kilómetros que se extiende desde las dunas de El Puntal hasta la playa de Loredo y que, gracias a su intenso oleaje, es idóneo para practicar surf. El bello entorno natural, la arena fina y dorada de la playa, el paseo marítimo y la gran oferta de ocio y servicios son los principales reclamos de una localidad abierta al mar.

Nada es eterno, todo acaba (salvo la capacidad de los políticos para decir y hacer extravagancias, pero ese es otro asunto), y Herrera nos enseña “el último puente”:

También podemos ver los últimos paisajes: una maravillosa casita de piedra, cemento y plantas en las ventanas. Sí, la casa típica del pueblecito “perdido”, un pueblecito que nos recuerda que, más allá del wifi, de la fibra óptica, del iPad, del iPhone, de la videoconsola, de las gafas de realidad virtual... hay mundo. Pueblos en los que la protagonista es la naturaleza, el color verde de los prados en sus decenas de tonalidades, solo 'roto' por los colores de las casas, necesarias para poder vivir.

¿Qué falta aquí? Al 'Halcón de las ondas' demostrando haber estado allí, orgulloso y contento, cansado pero realizado. Un líder que, aunque ame el micro, también ama esa naturaleza y ese contacto con lo místico y lo sobrenatural del Camino de Santiago. “Se acabó”, dice. Pero, ¿se acabó? Sí y no, porque “hasta Camino 2020”.

Ah, hay una pequeña posdata: la despedida de los 'hobbits' (no hay Smeagol, afortunadamente) y el destino del locutor: “mi Sanlúcar”. Vuelve peregrino a tu origen con la satisfacción del trabajo bien realizado o, en este caso, de la ruta jacobea bien cumplida.