La historia de Ferrán Durán: El jugador que sobrevivió a cinco paros cardiacos durante un partido de fútbol

El joven de 27 años evidencia la falta de desfibriladores en las pequeñas localidades: "Vale lo mismo la vida de alguien de un pueblo que la de una persona de Madrid o Barcelona"

Redacción Herrera en COPE Alex García

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La vida pasa en un segundo, en un breve instante en el que todo puede cambiar. Una milésima puede generar una variación tan grande en el transcurso de nuestro día a día, que puede significar la diferencia entre estar vivo o no. Es muy probable que ese es el pensamiento que a muchos deportistas se le ha pasado por la cabeza en situaciones límite en las que su salud ha llegado a estar en peligro.

Seguramente esa sensación la estará viviendo en sus carnes los vecinos de Maià de Montcal, un pequeño municipio de la provincia de Girona. Viven aproximadamente unos 400 habitantes, poco más, y a buen seguro que la totalidad de ellos quedó consternado cuando el pasado 12 de octubre. Su equipo disputaba un partido de cuarta categoría, ante el Bescanó B, cuando uno de sus jugadores cayó al suelo, se levantó y volvió desfallecer para esta vez no volver a moverse.

Ese joven era Ferrán Durán, un muchacho de 27 años que estaba disputando el encuentro en esos momentos cuando repentinamente dejó de recordarlo todo, y su realidad pasó a ser una pantalla de color negro. Hoy ha pasado por los micrófonos de Herrera en COPE para relatar las sensaciones que ahora se le pasan por la cabeza y la experiencia traumática de la que consiguió salvarse.

"Hasta dos días después no me enteré de nada", cuenta entre recuerdos difusos una jornada que a punto estuvo de ser nefasta. "Ocurrió en torno al minuto 50", poco después del descanso del partido, cuenta Ferrán que se desplomó: "caí al suelo varias veces y en ese momento saltaron tres chicas al campo". Esas jóvenes acudieron corriendo a ayudar al jugador y proporcionarle el masaje cardiaco.

Al mismo tiempo, dos miembros del club corrieron en otra dirección: "fueron en busca de un desfibrilador al bar del pueblo". Ese lugar, frecuentado por los mayores de la pedanía para echar la partida, cuenta con un reanimador que fue fundamental para la supervivencia de Ferrán. "Estoy muy agradecido a todos ellos por su reacción".

Su familia lo vivió en primera persona, ya que muchos de ellos estaban ahí presentes viendo el partido aunque de manera distinta unos de otros: "mi hermano estaba jugando conmigo y mi tío es el entrenador del equipo". Cuenta el joven que "ellos han sido los que más lo han sufrido porque yo no fui consciente en ningún momento".

"Deberíamos estar más preparados para estas cosas"

Ferrán Durán cuenta que está prácticamente recuperado físicamente y también psicológicamente, pero el cardiólogo lo pone en aviso: "no puedo hacer deporte, pero por lo demás puedo seguir con mi vida normal". Del mismo modo, dice que no se preocupa mucho, "me han puesto un marcapasos y me someten a un control exhaustivo, estoy tranquilo", cuenta Ferrán después de vivir el susto.

Igualmente hace un llamamiento: "Debe haber más desfibriladores en los campos de fútbol y los pueblos pequeños". y es que hay algo especial a lo que el jugador apela, y es que "vale igual la vida de una persona de un pueblo pequeño que la de alguien de una gran ciudad como Madrid o Barcelona".

Ferrán Durán continuará su vida celebrando dos cumpleaños, el suyo y el del día de El Pilar de 2021; la jornada en la que ganó el partido en el que más tenía en juego de toda su vida. Su equipo podrá seguir adelante con su ánimo desde la grada y con la fuerza de una persona que ha vencido al destino.