Internan a un anciano en una residencia de Mallorca y vive un reencuentro imposible décadas después: "De 1948"
José Berral y Antonio Belman, dos niños del pueblo sevillano de Herrera, se vuelven a encontrar 75 años después
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Atentos a esta historia que hemos contado en 'Herrera en COPE'. Estos eran José Berral y Antonio Belman, dos niños del pueblo sevillano de Herrera y pasaban los días ayudando a sus padres en el campo, y buscando huecos, escapadillas para jugar a todo y a nada. Y así fueron creciendo hasta llegar a la adolescencia, y a los primeros compases de la juventud. Pero llegó 1948 y José tuvo que emigrar a Mallorca junto a su padre, que se había quedado viudo, y a sus seis hermanos en busca de una nueva vida. Y, Antonio, se quedó en el pueblo. Todo apuntaba que esa amistad solo sería el resto de sus vidas un viejo recuerdo.
Eso debía pensar Antonio, que vivió en la puerta de San Antonio de Palma y trabajó como vidriero en el barrio de Santa Catalina. Se casó, tuvo dos hijas, tres nietos, su mujer falleció, y acabó en una residencia. Nunca supo, ni imaginó, que su amigo José -el de la infancia-, había seguido sus pasos unos años después, que también había formado una familia en Mallorca. Tuvo tres hijos, trabajó en la construcción, y después como camionero. Hasta que con los años también acabó en una residencia.
Sin saberlo, José y Antonio han estado viviendo todo este tiempo en Mallorca. Y se han reencontrado en la residencia Fontsana Son Armadams, en Palma, tras décadas sin verse. Son las cosas del destino. Quienes fueron amigos en la infancia, se reencuentran en la residencia a muchos kilómetros de su casa y en un lugar donde no imaginaban que les iba a llevar la vida, al final precisamente de ellas. Nunca es tarde para recuperar una vieja amistad, aunque sean 75 años después como les ha ocurrido a José Bernal y Antonio Belman.
Otros reencuentros
Hace no mucho, a finales del mes de enero, también tuvimos un reencuentro de lo más emotivo en COPE entre Vicenta y sus hermanos casi 90 años después. En el vídeo se aprecia la emoción y las lágrimas de unos familiares que se ven pasados los años, sin saber unos de otros. Abrazos, lloros, y mucha alegría es lo que han vivido todos ellos al verse de nuevo. En definitiva, un vídeo que es casi imposible observarlo sin que se te caiga alguna lágrima. Es la historia de un encuentro y a quien escuchas entre esas personas que habla y que lloran, está Vicenta. Vicenta tiene 89 años y se ha reencontrado con sus hermanos. No lo recordaba. En realidad, nunca llegó a vivir con ellos. No sabía quién era. Más de 80 años después ha conseguido encontrarlos y reunirse con ellos.
La hija de Vicenta le tranquilizaba abrazándola por el momento que estaba viviendo: "Tranquila, ¿eh? No te me pongas mala", le decía mientras sonreía también emocionada. "Es día de alegría. Venga, siéntate,mamá", le acompañaba su descendiente, para que se relajara y viviese el conmovedor instante de una manera más calmada. Sin embargo, en el vídeo se aprecia cómo a Vicenta le es imposible evitar las lágrimas. La mujer de 89 años, sin poder creérselo, se encuentra sin articular palabra y sin dejar de llorar en todo momento.